"Si se obtuvo algún dato íntimo, no se utilizó"

Manglano aseguró que el Cesid mantuvo, mientras él lo dirigió, un "respeto absoluto y escrupuloso" por la intimidad de las personas. "No se obtuvo ningún dato [íntimo]", dijo, "y si se obtuvo, no se utilizó" para chantajear a nadie.Defendió la legalidad de grabar conversaciones a través de teléfonos móviles en una época en que no estaba regulado el uso del espacio radioeléctrico y en que no era técnicamente posible interceptar con mandato judicial este tipo de comunicaciones.

"Si se graba algún chisme, algún amante, debe borrarse. Si no se hace y además eso se utiliza, entonces sí se está mordiendo la Constitución", agregó. Ante el hecho cierto de que algunas cintas se guardaron y salieron del Cesid, se vio obligado a admitir: "Si ha ocurrido, es que no lo hemos evitado.Y por eso dimití yo".

Manglano sostuvo que la telefonía móvil ocupaba una mínima parte de la actividad del Gabinete de Escuchas -negando así lo que figura en la memoria de la Agrupación Operativa de 1987- y agregó que, según le dijeron sus subordinados, la información obtenida por este medio "era escasa y poco útil".