Encantados con Cossiga

Para Washington, la caída del Gobierno de Romano Prodi ha sido una desagradable sorpresa. Antes, los funcionarios estadounidenses no tenían mucho interés en establecer relaciones con sus colegas italianos dado lo poco que duraban en su cargo los ministros italianos. Esto implicaba que con frecuencia Italia se encontraba excluida de los acuerdos informales que integran la diplomacia formal. (...)Parece que con Prodi esta situación estaba cambiando. Pero cuando el Gobierno de Prodi empezaba a ser conocido en EE UU, todo ha terminado y con una sorpresa: un nuevo Gobierno basado en una coalición nueva, con ministros comunistas y un primer ministro neocomunista por primera vez en Italia. (. ..) Pero apenas los observadores de Washington han comenzado a considerar el nuevo Gobierno italiano se han sorprendido porque, a diferencia de los Gobiernos del Reino Unido, de Francia o de Alemania, el italiano no es el reflejo de un mandato popular al no ser producto de unas elecciones generales. (. . .) La preocupación de Washington respecto al nuevo Gobierno italiano (...) ha durado pocas horas. Se ha sabido inmediatamente que el nuevo ministro de Asuntos Exteriores era el ya conocido ministro Lamberto Dini: (...) no un comunista cualquiera, sino un monetarista. (...) A lo que hay que añadir el papel decisivo de Francesco Cossiga en la nueva coalición. (...) Para Washington, es una pena que Prodi no haya podido seguir en su cargo, pero, sin duda alguna, es una gran suerte que Cossiga esté de nuevo en el meollo del poder.

14 de noviembre