Un sorteo decidirá qué puestos se instalan en los festejos populares

Un sorteo, y no la junta municipal de turno, decidirá qué puestos se instalan en las fiestas populares de los barrios madrileños. Así lo recoge una nueva ordenanza, aprobada ayer por la Comisión de Cultura del Ayuntamiento y que será ratificada en el pleno del próximo jueves. La oposición (PSOE e IU) criticó la nueva normativa de recintos de ferias y festejos populares por considerarla "poco democrática", ya que, en su opinión, las asociaciones vecinales y los partidos políticos se pueden quedar fuera de los recintos feriales. El concejal de Cultura, Juan Antonio Gómez-Angulo, del PP, calificó de "lamentable y propio del Jurásico" que PSOE e IU se preocupen de estas cuestiones.Los portavoces de la oposición defendieron el modelo de la anterior ordenanza, de 1985, que regulaba el reparto en los recintos feriales. Hasta ahora se sometían a la normativa de la venta ambulante. Ésta otorgaba los puestos en función de la importancia de las asociaciones y según se fueran solicitando en las juntas de distrito.

La norma aprobada ayer recoge que los lugares serán sorteados si las peticiones superan el espacio de los feriales, lo que siempre se produce. "Lo que pretende el PP con esta ordenanza es cargarse todas las fiestas populares. La ambigüedad de todo el articulado deja en manos de la arbitrariedad del presidente de las juntas de distrito quién está y quién no", protestó el edil de IU Franco González.

Gestión privada

El PSOE atacó la parte de la ordenanza que permite que empresas privadas gestionen los recintos feriales. Hasta ahora eran las propias juntas las que los organizaban. El edil socialista Rafael Simancas tachó de "mercantilistas estas operaciones, que sólo favorecen a las iniciativas particulares". "Nuestro grupo político defiende un modelo de fiestas con cariz popular y una gran participación, cosa que no se produce si las gestionan compañías que buscan beneficios", concluyó.Los dos partidos de la oposición votaron en contra y presentaron alegaciones para que se modifiquen los artículos antes de que la ordenanza sea ratificada en el pleno de la próxima semana. Todas estas propuestas iban dirigidas a reducir la autoridad de los presidentes de las juntas y a permitir que las asociaciones de vecinos y los partidos políticos dispongan de un lugar fijo.

El concejal de Cultura, Juan Antonio Gómez-Angulo, no quiso entrar en el debate y zanjó la polémica con un ataque a los concejales de la oposición: "Deberían ocuparse de cosas más importantes que si van a tener un puesto en las fiestas populares de tal o cual barrio".

La nueva norma fue redactada por la tercera teniente de alcalde, Mercedes de la Merced. La concejal lamentó no contar con el voto favorable de los otros dos partidos que forman la corporación municipal, a pesar de "haber dialogado con ellos más de tres meses". "Si esta ordenanza se hubiera llevado al pleno de enero, estoy segura de que se habría aprobado por unanimidad. Ahora ya estamos en campaña electoral", explicó De la Merced.