FORO PÍO MURIEDAS

Gran amigo de los poetas de la generación del 27, Pío Muriedas se quedó en Santander tras la guerra con gravísimos riesgos y superó las negruras de la posguerra alimentándose de utopías y recitales. Fue rapsoda y malvivió de sus recitales o, a veces, de su pintura, en una marginalidad heroica, dadas sus excepcionales aptitudes artísticas. Muerto Franco, la izquierda arrancó para él el nombre de una farola en la plaza de Numancia (ahí sigue la placa, porque no eran tiempos para una calle: por la misma fecha el alcalde santanderino reponía frente al Ayuntamiento la estatua ecuestre del dictador), y ahora esa misma izquierda retoma el nombre de Pío Muriedas para lanzar un foro cultural con la pretensión de «incidir en estos tres objetivos: el retorno a la utopía, recuperar la ciudad como espacio democrático y la búsqueda de la renovación política». El primer acto del Foro Cultural Pío Muriedas será, el próximo lunes, un homenaje a Pilar Miró, otra gran utopista, con la participación de Joaquín Leguina, el crítico de arte César Rosino y el presidente del foro, Alejandro Inurrieta.-