Las peluquerías amplían su horario para atender a los invitados

El cabello recogido en un moño elegante y firme, que aguante durante horas, sin deteriorarse, el peso del sombrero o, llegado el caso, el ajetreo de un baile. Un maquillaje duradero, que dé fuerza a la mirada y destaque los

labios, pintados preferiblemente en tonos rojos, y proporcione un rubor a los mofletes, como un indicio artificial de salud. Entre estas coordenadas generales se moderán los peinados y maquillajes de las invitadas a la boda de la infanta Cristina, muchas de las legales deberán confiar estos toques estéticos de última hora a los peluqueros barceloneses. Para poder atender a todo el mundo, las principales peluquerías de la ciudad han previsto medidas extraordinarias.

Pese a que todos los rumores señalan a Lluís Llongueras, peluquero habitual de la Infanta, como el escogido para dar forma a la melena de la novia, éste se niega a confirmar tal extremo. Sin embargo la firma "peinará la boda" ¡Es decir, muchos de los invitados acudirán a los salones de la cadena (14 en toda la ciudad) para intentar asistir, a la cita lo más presentables posible.

En cuanto al maquillaje, las señoras que pasen por Llongueras lucirán ya la línea de otoño. La nueva temporada está marcada por los tonos marrones y verdes fuertes para los ojos, y el rojo para labios y uñas. Lo más importante es que el maquillaje se mantenga a lo largo de todo el día y que no produzca brillos, de efectos nefastos en las fotografías que inmortalicen el gran día.

En las peluquerías Cebado, que también esperan tener un papel activo en las horas previas a la boda, se prefiere no hablar de peinados concretos, sino de propuestas acordes con el gusto y las características físicas de los clientes. Para poder atender al mayor número de personas, los salones Cebado abrirán excepcionalmente a las 7.30 horas; media hora antes que las peluquerías Llongueras, pero con un mismo objetivo: contribuir a que la gente guapa que asista al enlace haga honor al calificativo.