Sacrificios compartidos

Una noche de la pasada primavera, cuando el viento del desierto hacía caer a plomo la temperatura en la hamada (llanura de piedra) de Tinduf, el ministro de Exteriores saharaui, Bachir Sayed, velaba la llegada de James Baker al Sáhara occidental. La vía del diálogo directo entre Rabat y el Polisario se había empantanado seis meses atrás y la ONU amenazaba con retirar a sus observadores de su misión internacional más antigua después de la de Chipre."Estamos dispuestos a compartir con Marruecos los sacrificios que sean necesarios para que esta hora de paz tenga éxito", reveló entonces Sayed. Casi medio año después, Baker ha llevado a su terreno, en Tejas, a los rivales en la larga disputa por la ex colonia española para anunciar un acuerdo que aparentemente reactiva el optimismo en el proceso de autoderminación. Ya ha advertido el ex secretario de Estado norteamericano que "el movimiento se demuestra andando".
Sí, pero ¿va a permitir Rabat que los separatistas hagan campaña en territorio marroquí por la independencia? ¿Está dispuesto a aceptar que en el censo figuren más tribus rebeldes que leales? ¿Y quién va a obligar al reino marroquí a acatar un resultado desfavorable? Por ahora, los portavoces saharauis proclaman que se ha dado "un paso importante" hacia un referéndum que sólo dará a eligir entre "independencia o integración". Y el Gobierno de Rabat se muestra satisfecho por haber vistos "reconocidos y defendidos" sus intereses.
Ambigüedades
La ambigüedad del plan de Baker es su principal fortaleza. Permite a ambas partes interpretar los acuerdos en su beneficio y ensalzar entre su población las ventajas de una negociación que, al menos, sirve para mantener en vigor el alto el fuego de 1991 y liberar a prisioneros de guerra y presos políticos. Claro que la exactitud e inmediatez -diez u once meses- con las que el enviado especial de la ONU ha fijado la celebración de la consulta también estaban presentes en el plan de paz de hace seis años, que fijaba las votaciones a los seis meses.
En el fondo, Marruecos y el Polisario confían en que los funcionarios de la ONU encargados de confeccionar el censo acaben por darles la razón. Por eso han cedido en Houston: los marroquíes, al renunciar a inflar la lista de votantes con sus adeptos; los saharauis, al aceptar que los miembros de tribus del desierto que rinden pleitesía a Hassan II puedan acceder a la inscripción electoral. Precisamente en las disputas sobre el registro de votantes encalló la misión de la ONU.
¿Cuál será la pregunta en el referéndum? Baker debe tener la respuesta. La solución para un pueblo que sigue a la deriva en el desierto entre el vasallaje y la emancipación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
El Louvre, en su punto más bajo: ¿qué le pasa al museo más famoso del mundo?
Kate Winslet nos habla de su debut como directora (y de lo difícil que sigue siendo ser mujer en el cine)
La Administración de Trump publica (a medias) los papeles de Epstein: ¿cuáles son las principales novedades?
Todo lo que tienes que saber para seguir la jornada electoral de Extremadura
Lo más visto
- Uno de los promotores de la señal V-16 de tráfico: “Es duro oír el testimonio de víctimas que han sufrido amputaciones al poner los triángulos”
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- Cae una organización que enviaba camiones cargados de cocaína desde Marbella hasta varios países europeos
- La policía registra varios domicilios y las oficinas de la ministra francesa Rachida Dati por otro presunto caso de corrupción
- Manuel Castells, sociólogo: “El mundo está en un proceso de autodestrucción”




























































