Cándido Barbosa, ganas de crecer

"¿Quién es éste portuguesito que se permite el lujo de ganar a un italiano escapado con él?", aquel detalle del Europeo sub 23 no pasó inadvertido a José Miguel Echávarri. Se enteró de quién era y ya en el Tour de aquel año puso manos a la obra para ficharlo. Pero ha tenido que pasar un año para que el director del Banesto anunciara, hace unos días. "Ah, sí, he fichado a un portuguesito con futuro".Cándido Barbosa sólo tiene 22 años, pero ya sabe que quiere ser un campeón, que va a ser un campeón. Lo sabe desde pequeño. Desde que trabajaba en una fábrica de muebles en su Rebordosa natal, cerca de Oporto. Desde que se hizo ciclista y el ayuntamiento de Paredes, una ciudad cercana a la suya, invirtiera directamente en ciclismo para hacer un equipo para el ídolo local. Lo confirmó en junio del ano pasado ganando en la isla de Man el campeonato de Europa sub 23 a la flor y nata de los aficionados mundiales, a los Contrini, Ivanov, Figueras y Sgambelluri. Lo dio por ello abandonando los mimos de su Paredes para dar un paso adelante -dejar de ser un ídolo de barrio- y fichar por el Maia, el mejor equipo portugués, con el que ya ha ganado 20 carreras este año. Y ha vuelto a dar muestras de que lo sabe dando un paso adelante definitivo y poniendo su firma en el contrato que le ha tendido el Banesto, uno de los mejores equipos del mundo, para los dos próximos años, aun ganando menos dinero que si siguiera en Portugal, aun sabiendo que pasará de ser el número uno de su país a ciclista anónimo, por lo menos el primer año.

"Quiero crecer como ciclista", dice el joven portugués, de quien su actual director, Manuel Zeferino, dice que es del estilo Jalabert: rápido y condefensas para la media montaña y la contra rreloj. "Y para hacerlo voy al equipo que siempre deseé representar. Ya el año pasado me ofrecieron un contrato, pero no nos pusimos de acuerdo [su representante quería sacar más dinero de la cuenta] y no quería dejar pasar la oportunidad éste. El Banesto es un equipo que hace campeones y que me va a permitir lo que siempre deseé: poder competir a un nivel más elevado y exigente. Es el mejor sprint de mi carrera. El primer año con el Banesto será de adaptación, pero en el segundo ya podré pensar en cumplir mis sueños".