Cappa, otro técnico con problemas para cobrar

La historia se repite: un contrato firmado, un despido, un ya no te pago y una denuncia. Es el nuevo sino de los entrenadores, el brazo más vulnerable del fútbol español. Le sucedió, entre otros, a Víctor Fernández, Miguel Ángel Lotina, José Antonio Camacho... Y ahora a Ángel Cappa, recientemente destituido del Las Palmas. El club canario contrató a Cappa hasta el 30 de junio de 1998, le destituyó a los tres meses, se negó a pagar la totalida del acuerdo y, finalmente, ha sido denunciado por el técnico ante la Federación y el Colegio de Entrenadores.En su maniobra de ahorro, el Las Palmas, una vez despidió a su técnico, intentó renegociar el contrato que les unía. Cappa se negó: "Si lo primero que yo dije al escuchar su oferta fue 'qué plazo tengo', y me contestaron que dos temporadas, no me pueden destituir a los tres meses. Nuestra profesión está muy vapuleada y la única defensa que tenemos es exigir un plazo concreto para tener ciertas garantías. Estas garantías pasan por obligar a que se cumplan los contratos. Si no, me parece elemental cumplir las leyes".

La estrategia actual del conjunto :insular es obligar a Cappa a reincorporarse en otro puesto, como ojeador por ejemplo. El técnico argentino asegura que el contrato deja bien claro cuál es su función, sólo como primer entrenador.

Hasta las primas

A Cappa le está molestando tanto la actitud del Las Palmas que ya no tiene intención de renunciar ni a las primas a las que se hiciera acreedor por los logros del equipo hasta el vencimiento de su contrato. Y no por intereses económicos: "No es por dinero, sino por hacer respetar de una vez nuestro trabajo. Ya he anunciado que lo que cobre por primas lo voy a donar al fútbol base de Las Palmas".Como garantía de que los clubes no van a cometer atropellos con los entrenadores, la Federación les exige antes de contratar a un sustituto que depositen una fianza que garantice el pago de las posibles deudas con el técnico destituido. Luego, los comités aguardan las denuncias de los despedidos cuando, como en este caso, los clubes se niegan a pagar y deciden. "En diez días", confía Cappa, "el comité me habrá dado la razón".