Pakistan acude hoy a las urnas sin que ningún candidato garantíce la estabilidad

Pakistán celebra hoy elecciones generales por cuarta vez en los últimos nueve años y los analistas afirman que con esta votación tampoco se conseguirá dar estabilidad a un conflictivo país, que este año celebra sus 50 años de independencia. El presidente Faruk Legari convocó las elecciones después de destituir el pasado 5 de noviembre a Benazir Bhutto, su antigua aliada, que llevaba tres años al frente del Ejecutivo, bajo las acusaciones de corrupción y abuso de poder.

, La pugna por el control de los 217 escaños de la Asamblea Nacional (Cámara baja) y de las cuatro asambleas provinciales está entre los dos grandes partidos -la Liga Musulmana de Pakistán (PML), que lidera Nawaz Sharif, y el Partido Popular de Pakistán (PPP), de Bhutto-.Pero los analistas dudan de que el Gobierno que salga de las umas sea capaz de acabar con la perenne lucha de poder entre el presidente y el primer ministro. Dudan también de que sea capaz de reducir la gran influencia del Ejército, que ha dirigido Pakistán durante 24 años, es decir, la mitad de su historia como país independiente.

"La primera cuestión a examen es saber si existe algo en la actualidad que se pueda llamar democracia paquistaní. Hay una Constitución que tiene multitud de contradicciones internas y en la que se incluyen elementos significativamente antidemocráticos, como la capacidad de destituir al Gobierno y poner otro", afirma Paula Newberg, de la Universidad Georgetown de Washington.

Pervez Hoodbhoy, profesor de la Universidad Quaid de Azam, de Islamabad, destaca que los sucesivos Gobiernos paquistaníes no han dado cumplimiento a sus promesas electorales, con lo que han conducido al país a la actual crisis, que se complica por el papel que desempeñan los militares.

Situación intolerable

"Pakistán está gobernado en la actualidad por un grupo de familias feudales. Sus políticas y sus prioridades vienen marcadas por los militares. Esto ha convertido la situación en intolerable. El país está siendo conducido hacia la desintegración y el desastre", subraya Hoodbhoy.

"Los problemas que este país padece son consecuencia de los fallos intrínsecos del Gobierno", señala el analista Aziz Sidiqui. Añade que las continuas interferencias de los militares han atrofiado los partidos políticos y han impedido la plena madurez de éstos.

Asma Jehangir, miembro de la Comisión de Derechos Humanos de, Pakistán, considera que el país se encamina hacia un sistema presidencialista. En este sentido, señala Jehangir, se enmarca la decisión del presidente Legari de crear un Consejo para la Defensa y Seguridad Nacional, que gobierna el propio presidente y que limita aún más los poderes del primer ministro. El consejo incluye a varios generales, con lo que da al Ejército una voz formal en el Gobierno.

La fuerte crisis económica, la corrupción y la incapacidad de los gobernantes han creado una considerable frustración de los 140 millones de paquistaníes contra los políticos y contra la frecuente celebración de elecciones, que no soluciona sus problemas.