El camino hacia la paz del PSE

En un documento de seis puntos, los socialistas vascos afirman que el Pacto de Ajuria Enea se ha estancado porque no hay signos de que ETA y KAS evolucionen hacia el cese de la violencia, y también por la división de los partidos democráticos en temas como la política penitenciaria, la violencia callejera y la autodeterminación. Para superar esta situación proponen reafirmar los contenidos del Pacto y revitalizar este foro como instrumento para la pacificación.

De manera previa, afirman, los partidos deberán reconducir el consenso en materia de política penitenciaria, en la defensa del Estado de Derecho, respecto a la violencia callejera, y en liderar la movilización ciudadana en favor de la paz.

Para el PSE, dos principios deben inspirar la política penitenciaria: el de la reinserción, "para que se produzcan decisiones de abandono de la violencia"; y el de la competencia, este último para que cualquier replanteamiento se haga consensuadamente con el Ministerio del Interior.

En su opinión, el consenso en las decisiones de la Mesa debe mantenerse, en contra de las demandas de algunos partidos que quieren seguir avanzando en ese foro con la simple mayoría.

La apuesta por un final dialogado se describe en el punto quinto. El PSE dice que puede darse esa solución si ETA da muestras inequívocas de que abandona las armas. "Cabe también intentar que la otra parte acepte llegar a ese escenario", dice el documento, que sin embargo advierte que no se deben crear ni falsas expectativas ni confusión en la ciudadanía.

En este momento, afirma el PSE, con los secuestros de ETA siguen sin darse esas condiciones, razón por la cual se propone un único discurso: "no habrá proceso de diálogo final sin que haya muestras inequívocas de que cesa la violencia y el terrorismo".

El PSE defiende asimismo que la Mesa trabaje por ampliar el consenso en torno al autogobierno y su desarrollo, excluyendo del debate la autodeterminación.