Alemania y su pasado

Me parece muy bien que el autor del ensayo El muro de Berlín y la noche de los cristales rotos, de Reyes Mate (EL PAÍS, sábado 9 de noviembre de 1996), se oponga a una falta de ética en la política actual. De hecho, acontecimientos como la "noche de los cristales rotos" son irreparables y el tiempo no los curará nunca.No obstante, rechazo la opinión del autor de que Alemania, gracias a la caída del muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989, haya podido "pasar la página de la historia" para olvidarse de lo que ocurrió en 1938 y para construir su futuro a partir de entonces, sin tener en cuenta el pasado.Aunque el autor se refiera sólo a los políticos, en cierto modo incluye a los ciudadanos que apoyan a este Estado. Siendo una joven alemana que estudia aquí en España, yo puedo dar testimonio de que muchos alemanes, y sobre todo los jóvenes, son muy conscientes de su historia y no pasan de largo en absoluto.

Por tanto, no encuentro indicado lamentarse de una "crisis de ideas" dentro de la ideología de izquierdas sosteniéndose en la hipótesis de que Alemania, seleccionando sus recuerdos, haya borrado el de 1938, ya que esta hipótesis no es correcta, y por eso este concepto de Reyes Mate no puede constituir una "metáfora de la política de nuestro tiempo".-