La capital agota su espacio con el nuevo Plan General

El Nuevo Plan General elaborado por los responsables municipales del PP liquida ya cualquier forma de crecimiento de Madrid. La ciudad podrá ser distinta en los siglos venideros, pero nunca más grande.Las 307.000 viviendas que el Ayuntamiento calcula que se podrán construir de aquí al año 2.006 se embuten en los huecos ahora existentes: al este, al norte y al sur. Sólo la Casa de Campo y el Pardo frenarán la macización de Madrid. Si todo sale como los responsables del Plan quieren y los constructores rellenan todos los vacíos, la ciudad se soldará con los municipios periféricos que la rodean.

Madrid experimentará entonces una metamorfosis histórica. Comparable a la que vivió en el siglo XVII, cuando se instaló la Corte definitivamente y se derribó la vieja muralla que abrazaba por entonces una parte del actual distrito de Centro; o la que sufrió en el siglo XIX cuando el marqués de Salamanca acometió el ensanche del barrio que lleva su nombre; o cuando en los años sesenta el aluvión de inmigrantes de las zonas más deprimidas de España llegó a la capital en busca de un trabajo, multiplicando con creces la población de la ciudad. El concejal de Urbanismo Ignacio del Río está convencido de que todas estas viviendas y estos barrios nuevos servirán para que otro aluvión de población -los jóvenes de 25 a 37 años- encuentren un piso.

Confía en que la liberalización de suelo abaratará el coste de la vivienda. José María de la Riva, del PSOE, no se lo cree: "Aquí confunde el concejal necesidad con demanda; necesidad hay mucha, demanda, poca porque no hay dinero. No van a bajar el precio de los pisos: nunca se ha visto que una vivienda baje de precio y el Plan General no lo va a conseguir".

El documento indica dónde van a ir los futuros polideportivos, o los futuros barrios residenciales o los futuros parques de la ciudad, escamotea una parte de información importante a los vecinos y a la oposición: no se apunta dónde el Ayuntamiento piensa instalar los nuevos vertederos de basuras, las nuevas escombreras, esto es, los puntos negros del Madrid del siglo XXI.

Éstos son los principales cambios que experimentará la capital distrito a distrito.