El Valladolid, pese a sus carencias, golea al Racing

El Racing abandonó ayer su situación de equipo invicto y la posibilidad de liderar la clasificación, al menos por. un día, después de no saber refrendar sus virtudes y de arruinar en una primera parte desastrosa el crédito adquirido en las tres jornadas anteriores. El equipo de Cantatore buscó en anteriores defectos la medicina para ganar en su propio campo, y pese a sus carencias sacó provecho de un trabajo agrandado por el resultado final.El Valladolid salió al campo con una imagen poco habitual. Intentó controlar el partido desde su inicio, pero el equipo de Cantatore está lejos de poder ejercer alguna soberanía sobre el juego, le falta criterio para manejar la posesión del balón en su primario centro del campo y confía su caudal ofensivo a los balonazos de sus centrales. Con todo, el Valladolid alumbró su juego en la primera parte con siete jugadas francas de gol, pero sólo abrió el marcador en una jugada a balón parado con una resolución complicada, que le salió bien.

El escenario dibujado por los locales provocó una inmediata indigestión en el estómago cántabro. El Racing desapareció hasta llegar a un estado de coma futbolístico, en el que su defensa se enredó en un carrusel de errores que convirtió el partido en un mareante vaivén, entre las pérdidas de balón cántabras y la precariedad del Valladolid. Pese a todo el equipo de Marcos, en su única llegada a la puerta rival vio como Japón Sevilla anulaba un gol por un más que dudoso fuera de juego.

El descanso refrigeró la mente del Racing y el partido tomó envergadura en sus manos. Pero él Valladolid, ante su inferioridad técnica, supo echar mano de su instrumento solista. Un fulminante contraataque llevado por Víctor puso una diferencia excesiva en el marcador para ser superada por un equipo que ayer mostró su endeblez en estado puro.