El líder serbio se resiste a entregar las cabezas de Karadzic y Mladic

La persecución de los criminales de guerra ha asumido importancia capital en, las negociaciones sobre Bosnia que entran en su segunda semana en Dayton, Ohio, sin progresos aparentes. La agencia serbia aseguraba ayer que Slobodan Milosevic, presionado para que entregue la cabeza de sus acólitos Radovan Karadzic y Ratko MIadic, no quiere discutir otras propuestas que las esbozadas previamente en Ginebra y Nueva York.

Mientras, el Tribunal de La Haya para la antigua Yugoslavia se queja de que Estados Unidos, su principal apoyo, le está suministrando una información desfasada y "la mayor parte de las veces ya conocida" sobre atrocidades en Bosnia y sus perpetradores.Un borrador constitucional para Bosnia presentado por Washington a las tres partes prevé la destitución inmediata de Karadzic y el general MIadic, e incluso su arresto para ser entregados al alto tribunal que les ha encausado. En el retiro de Dayton, donde musulmanes, croatas y serbios discuten una paz definitiva en Bosnia, el presidente serbio, Milosevic, lleva la voz cantante por los ultranacionalistas serbobosnios.

Hoy regresa a EE UU para reincorporarse a las negociaciones el presidente Franjo Tudjman, que, tras las elecciones del mes pasado, ayer dio posesión a un nuevo Gobierno croata presidido por su protegido Zlatko Matesa.

El Grupo de Contacto se ha sumado a la marea para que se esclarezcan los crímenes de guerra. Los mediadores internacionales han pedido al Consejo de Seguridad una resolución para que los serbios, faciliten "acceso inmediato" a los investigadores de sus matanzas en Srebrenica y Zepa y su despiadada limpieza étnica en Banja Luka. En el mismo borrador, que pued ser aprobado esta semana por el Consejo, se exige a los croatas que detengan sus violaciones, de los derechos humanos en la Krajina.