Demolidas tres naves del gueto de Méndez Álvaro

No fue necesario desalojar a los inmigrantes, prostitutas y yonquis que esporádicamente duermen en alguna de las naves situadas a la lado de las playas de vías de Renfe en Méndez Álvaro. El Ayuntamiento de Madrid voló ayer dos edificaciones del abandonado compleio ferroviario de Méndez Álvaro. El baldío resultante se sitúa cerca de la avenida de la Ciudad de Barcelona. El concejal de Retiro, Sigfrido Herráez, indicó que con el derribo se evitará que en el invierno se pueble con más sin techo este gueto de inmigrantes. No se practicó ninguna detención.El Ayuntamiento demolió las dos naves a primera hora de la mañana. Una tercera ha quedado a medio tirar porque era necesario, para hacerlo, parar el tráfico ferroviario y cortar el fluido en una subestación eléctrica.

Patrimonio de Renfe solicitó a la Junta de Distrito en septiembre la demolición de las naves, que el Ayuntamiento ha concedido inmediatamente, Fuentes de la compañía ferroviaria han indicado, sin embargo, que el solar sobre el que se levantaban los almacenes ha sido ya cedido al consorcio Pasillo Verde Ferroviario, en el que son socios la propia Renfe y el Ayuntamiento.

Hace dos años, el Ayuntamiento ya tiró un conjunto de naves cercanas a la playa de vías, habitadas por 100 inmigrantes africanos. El entorno de Méndez Álvaro es una zona que poco a poco se ha ido poblando de personas sin techo que ocupaban las naves y edificios abandonados de lo que fue la zona industrial de Arganzuela. En junio de este año, un hombre de Sri Lanka murió abrasado bajo el hormigón armado del puente de Méndez Álvaro sobre la M-30. Dormía en un asentamiento de tiendas de campaña.

La zona donde se practicó la demolición en la calle del Cerro de la Plata -situada entre el paso elevado que salva las vías de tren y la avenida de Ciudad de Barcelona-, estaba ayer a mediodía vallada. Sobre el cerramiento, alguien había colocado unas ropas a secar. Hacia las 16.30, en la calle de Méndez Álvaro había mujeres al borde de la calzada y una discreta vigilancia policial.