La derecha y el aborto

Cuando el Gobierno anunció, la inmediata presentación en las Cortes del anteproyecto de Ley Orgánica sobre el Aborto, la protesta de los dirigentes de la derecha o centro-derecha española (UDC, CDC, PNV y PP) se limitó a su disconformidad con la ampliación de la ley vigente, no así contra sus tres supuestos, dando a entender que seguirían aceptando el aborto directo. Concretamente en España, y según los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad y Consumo, la cifra de abortos ha pasado de 9 en el año 1985 a 47.397 en 1992.El más contundente de todos los políticos fue José María Aznar: "No modificaré nunca la ley porque es suficiente", palabras que venían a ratificar sus declaraciones sobre el mismo problema a Pilar Urbano a finales del año 1991. Resulta paradójico que quienes incorporan el llamado "humanismo cristiano" a su programa ideológico y político no se opongan ahora a esa ley (BOE, 12-7-85).

En Evangelium vitae, la última encíclica de Juan Pablo II, puede leerse "... la grave responsabilidad moral en que incurren aquellos católicos que otorgan su voto a partidos pro abortistas..., así como la de los [católicos] que militan en ellos".

Su actitud -la derecha, salvo contadas excepciones, nunca se distinguió por la defensa de la vida del niño concebido- representa una evidente falta de respeto hacia las palabras del Papa y un absoluto desconocimiento de un amplio e importante sector de su electorado. (Según un reciente informe de la Conferencia Episcopal, el 90% de los españoles se consideran católicos). Están obligados a rectificar. De no hacerlo, mientras no se manifiesten con claridad y sin ambigüedades contrarios a este tipo de leyes, continuarán incurriendo en una grave responsabilidad' moral.-