Mieedo al fantasma de la improvisación

A sólo cinco meses de que se gradúe la primera promoción de estudiantes de Medicina afectados por la directiva comunitaria que les exige una formación complementaria de dos años para el ejercicio profesional, ni Sanidad ni Educación y Ciencia han conseguido encontrar todavía una solución al conflicto.En medio de este clima de incertidumbre, profesores y estudiantes recuerdan que la directiva comunitaria se aprobó en 1986 y temen ahora que, una vez más, se acuda a soluciones improvisadas.

Tal temor ha sido expresado por el presidente de la Conferencia de Decanos, Pedro González Santos, de la facultad de Málaga: "Es evidente que un programa de posgrado que implica una plan¡ficación detallada de las enseñanzas y, sobre todo, la disponibilidad clara de la infraestructura sanitaria que va a utilizarse en su desarrollo, no puede improvisarse de la noche a la mañana".

El Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), en el que están representadas todas las facultades de España, se reunirá en Madrid de nuevo esta semana para decidir si vuelven a la huelga, con el grave riesgo que ello puede suponer para la superación de los objetivos académicos del presente curso. Portavoces estudiantiles han subrayado la confusión y el sentimiento de desánimo y frustración que se vive en las facultades ante el escaso éxito obtenido hasta ahora después de las intensas y generalizadas movilizaciones realizadas durante los primeros meses del presente curso.

Reunión de los rectores

Para hoy está prevista una reunión de la Subcomisión de Ciencias Experimentales y de la Salud, integrada por los rectores de las universidades que tienen facultad de Medicina, en la que abordarán la cuestión del cumplimiento de la directiva comunitaria.

El rector de la Universidad de Sevilla, José Ramón Medina, coordinador de la citada subcomisión, defendió la necesidad de que el Consejo de Universidades, en su calidad de máximo órgano de coordinación y planificación de la enseñanza superior, se pronuncie explícitamente sobre esta cuestión. En su opinión, la directiva comunitaria concede a los Estados miembros un margen de libertad suficiente como para que pueda encontrarse una solución satisfactoria para todos.

Medina reiteró la postura de los rectores inequívocamente favorable a una oferta de formación en medicina general posterior a la licenciatura "abierta a todos los graduados y de calidad", en la que participen las facultades de Medicina en estrecha colaboración con las autoridades sanitarias.