Una chapa identificará el bonito pescado por los españoles

El bonito pescado con las artes tradicionales que usa la flota española será identificado con una chapa especial para favorecer su consumo. La Secretaría General de Pesca pactó ayer con los representantes de las cuatro comunidades autónomas implicadas en la guerra del bonito (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco) acelerar el trámite legal para aplicar en septiembre, antes de que acabe la costera de¡ atún, este sistema de identificación.La puesta en marcha de este distintivo se hará con la mayor rapidez posible. Así lo aseguró Santiago Menéndez de Luarca, subdirector general del Instituto Nacional de Denominaciones de Origen (INDO) al término de la reunión mantenida con los representantes autonómicos. Una orden ministerial será la vía legal elegida para permitir su aplicación inmediata. "Todas las administraciones somos conscientes de que la premura es algo fundamental, teniendo en cuenta que aún queda una parte importante de la costera del bonito [finaliza en octubre]", señaló Menéndez. "Por ello, buscaremos el resquicio legal más fácil y rápido".

El objetivo de esta iniciativa es favorecer el consumo del bonito pescado por la flota española que, a diferencia de sus competidores europeos con los que estos días se ha enfrentado en alta mar, utiliza artes tradicionales de pesca (cebo vivo, curricán y palangre) que dañan menos las capturas y son más ecológicas. Francia, Irlanda y el Reino Unido pescan con redes de enmalle a la deriva.

Ayer mismo por la tarde, los técnicos de la Secretaría General de Pesca se reunieron con diseñadores para decidir la forma y los colores del distintivo. "Podría ser un bonito con un anzuelo en el que aparezcan las palabras bonito del norte y se distingan los colores azul, del mar, y verde, por su carácter mas ecológico", adelantó Menéndez. Los pescadores serán los que decidan dónde lo colgarán -"en las agallas o en la cola"- y si lo harán en alta mar o en puerto.

El problema inmediato es su fabricación. El director general de Política Alimentaria del Gobierno Vasco, Germán Muruamendiaráz, que expresó su satisfacción por el resultado de las negociaciones, señaló que en el mes de agosto es más difícil encontrar una empresa que haga las etiquetas. La campaña será financiada al 50% por la Administración central y las autonómicas y costará entre 30 y 40 millones de pesetas.