"Que el Barça también lo pase mal"

Vicente Del Bosque vivirá hoy una doble experiencia como entrenador del Madrid: su despedida del Bernabéu y su estreno ante el Barça. Todo con un objetivo óclaro: contribuir a que la Liga se aleje de Barcelona.

Pregunta. El partido ha encendido al madridismo.

Respuesta. Un Madrid-Barcelona, y más en las circunstancias actuales, es muy importante para el madridismo. No de cara a salvar la temporada, sino para que todos los malos momentos que hemos pasado los padezca también el Barcelona. Es inevitable que para el madridista sea bueno que el Barça lo pase mal. No nos podemos sustraer de lo que ha pasado últimamente. El Barcelona ha ganado dos Ligas por la última jornada y eso ha dolido mucho al madridista. Ellos las celebraron como éxitos suyos y fueron un regalo nuestro.

P. ¿No es eso una muestra de debilidad o decadencia?

R. No. Hemos ganado cinco Ligas hace muy poco y perdimos otras dos en el último momento. Esto sólo es una situación puntual en la que preferimos que no gane la Liga el Barcelona. Es algo lógico. No es decadencia. El Madrid sigue siendo un club fuerte.

P. El Madrid aparenta barcelonitis. ¿No es un síntoma de equipo perdedor?

R. Para mí no existe ese clima, de inferioridad respecto del Barcelona. Otras personas no lo sé. Desde mi óptica, no.

P. ¿Le asusta que el Barça rompa su racha de derrotas con Cruyff en el Bernabéu?

R. Puede ser. Hay que estar preparado para ese momento. Alguna vez tiene que ser. Además, el Barcelona tiene su última oportunidad de seguir aspirando al título. Otras veces no vino con esta necesidad perentoria de ganar sino a especular.

P. ¿Espera que el Barcelona repita las variantes conservadoras de las últimas veces?

R. No. Jugará en su línea habitual. Sería dramático para él tener que cambiar en función del Madrid. No encuentro justificación a un cambio de planes.

P. Su llegada recuperó la ilusión del equipo, pero a los tres días todo se vino abajo...

R. Aunque marcamos doce goles en tres partidos y se vio una cierta mejoría, tampoco estaba convencido de la continuidad. No era tan inocente para pensar que toda estaba resuelto. Había problemas y no éramos un equipo seguro de ganar a cualquiera.

P. A dos partidos de su final, ¿qué balance hace de esta etapa como técnico?

R. De todo un poco. Me iré con la conciencia tranquila de haber trabajado al máximo para que el club no saliera muy perjudicado en esta mala época. Soy un entrenador normal, lo que ya es un halago. Sin grandes alardes, con sencillez y muy lógico.