García Vargas alaba el trabajo de los "cascos azules"

"A pesar del ruido que nos rodea, y a causa de ello, quizá este mensaje no llegue nítidamente: España os agradece vuestro ejemplo". El ministro de Defensa, Julián García Vargas, seguramente pensaba en la marea de corrupción que anega la escena política cuando se dirigía ayer a los 1.150 cascos azules que durante siete meses han trabajado por la paz en Bosnia-Herzegovina. El recibimiento oficial a la Agrupación Madrid tuvo lugar ayer en el Paseo de Coches del Retiro madrileño con la presencia del Rey."En estos momentos de crisis de valores sois un ejemplo de lo que todos debemos hacer", dijo el titular de Defensa.

Don Juan Carlos prefirió evitar en su intervención cualquier frase susceptible de segundas interpretaciones, y dedicó su discurso a felicitar a los cascos azules y recordar, con especial emoción, a quienes perdieron la vida; entre ellos, el capitán Fernando Álvarez Rodríguez, destrozado por una mina. La familia de este militar estaba presente.

"El mayor sacrificio que España paga en su acción decidida de asistencia a las víctimas de esta sórdida guerra, es la pérdida de sus propios hijos", afirmó don Juan Carlos.

Al acto asistieron las primeras autoridades regionales y la cúpula militar en pleno, así como varios centenares de familiares de los cascos azules.