El mundo del cine español se reúne para recordar al actor Fernando Rey

Los directores Luis García Berlanga, Manuel Gutiérrez Aragón, Antonio Giménez-Rico, las actrices Aurora Bautista y Assumpta Serna, el productor Gerardo Herreros, el experto en cinematografía Diego Galán y el director de la Casa de América Eduardo Garrigues fueron algunos de los profesionales que intervinieron para recordar la figura del actor Fernando Rey, fallecido el pasado 15 de marzo, en un homenaje al que asistieron su viuda, la actriz Mabel Karr, y sus dos hijos.Berlanga, presidente de honor de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España, organismo que presidió Rey hasta el día de su fallecimiento, señaló que tenían en común su pasión por las farmacias y un defecto que ambos querían ocultar: "Nos unían nuestros papos, que siempre pensamos que afeaban nuestros rostros", y añadió que "siempre inventábamos bigotes y patillas para paliar ese defecto que queríamos disimular". Berlanga contó el final al que llegaron para resolver el problema: "Decidimos dejarnos de una puñetera vez barba, que nos tapase los papos".

La muerte de Fernando Rey ha dejado colgado un proyecto que éste tenía con Berlanga y Fernando Fernán Gómez para televisión: "íbamos a hacer un programa en el que se ofreciera una panorámica de la historia de la España de las últimas décadas a través de nuestros testimonios", dijo el director.

Gutiérrez Aragón recordó la gran profesionalidad de Rey en el rodaje de El Quijote, y varios de los que intervinieron destacaron la gran solidaridad "en un medio profesional fundamentalmente insolidario" que siempre demostró tener el actor. La actriz Aurora Bautista, el periodista Diego Galán, el productor Gerardo Herreros y Garrigues también relataron diversas anécdotas en relación con el actor.

El acto finalizó con imágenes del No-Do en las que el actor aparecía, algo que emocionó no sólo a su viuda sino también a varios de los presentes como José María Forqué, que señaló que ver a amigos de tantos años de oficio era algo que llegaba a revolver las entrañas.