Los radicales de Hamás dicen haberse infiltrado en los servicios secretos israelíes

Un grupo radical palestino integrado en el movimiento Hamás reinvindicó ayer el atentado que costó la vida el día anterior en Ramala (Cisjordania) a un agente secreto israelí. La Brigada Izz Al Din Al Qasam aseguró, además, que había logrado infiltrarse en los servicios de información israelíes, el Shin Beth, y que tenía previstos nuevos ataques.Lo cierto, reconocen los expertos militares israelíes, es que el atentado fue cuidadosamente preparado y ejecutado. La víctima, Noam Cohen, de 28 años, que fue enterrada ayer, era responsable del reclutamiento de colaboradores palestinos en la zona. "Fue uno de estos soldados anónimos cuya actividad constante y secreta nos permite dormir tranquilos", escribía ayer un periódico israelí.

Las autoridades están cada vez más preocupadas por el recrudecimiento de los atentados durante estos últimos días, especialmente desde la firma del acuerdo de El Cairo entre el presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, y el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Simón Peres. Antes del agente del Shin Beth habían muerto, en territorio israelí, dos taxistas y un agricultor.

Lo cierto es que estas acciones, calificadas como "atentados contra la paz" por las autoridades israelíes, son cada vez menos percibidas como tales por los palestinos, decepcionados por los pobres resultados, de su punto de vista, de las conversaciones de paz. Varios grupos que antes apoyaban el proceso de paz, como los comunistas palestinos, se muestran cada vez más hostiles, y los propios dirigentes locales de Al Fatah, el movimiento de Arafat, en los territorios apenas defienden la posición de la dirección.

Conversaciones en Taba

"¿Por qué esperó tanto Arafat para acabar aceptando al final todas las exigencias israelíes?", se preguntan muchos habitantes de los territorios ocupados. Como afirma un palestino de 52 años, camionero de Gaza, "mientras se habla en Túnez [sede de la dirección de la OLP] del éxito de las conversaciones de El Cairo, aquí nada ha cambiado. Nuestros hijos siguen en la cárcel, los soldados israelíes siguen disparando y matando a nuestros jóvenes, y maltratando a los presos. No hay trabajo y la pobreza sigue creciendo".Con este trasfondo de pesimismo creciente del lado palestino se reanudaron ayer en el balneario egipcio de Taba las negociaciones entre representantes israelíes y palestinos, después de cinco días desde el acuerdo de El Cairo. Fuentes israelíes aseguraron que las conversaciones se centraron en la estructura y las funciones de la futura policía palestina que se desplegará en Gaza y Jericó tras la retirada israelí, y que proseguirán hoy sobre el mismo tema.

La OLP reclama una fuerza de unos 9.000 policías mientras los israelíes sólo aceptan un contingente de unos 6.000 hombres, incluidos los de la defensa civil y los servicios de información. Fuentes israelíes aseguraron, sin embargo, que el ambiente en la mesa era más distendido tras el acuerdo del pasado miércoles, y que se esperaba llegar a un acuerdo global en menos de un mes, lo que permitiría por fin poner en práctica la Declaración de Principios firmada en septiembre pasado en Washington.