Alemania prohibe las organizaciones de activistas kurdos

"Alemania no puede servir de teatro de guerra a los terroristas extranjeros", declaró ayer el ministro del Interior alemán, Manfred Kanther. Con estas palabras anunciaba la prohibición desde ese mismo momento del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y de otros 35 grupos kurdos opuestos al Gobierno de Ankara.

Esta medida se ha decidido después de que el 4 de noviembre se produjera, por segunda vez en cuatro meses, un reguero de más de 60 atentados contra intereses turcos en Europa. Turquía expresó inmediatamente su satisfacción e indicó que esperaba que el resto de los países europeos siga el ejemplo alemán. Por el contrario, el Comité Kurdo, fuertemente implantado en Francia, criticó la decisión de Kanther y aseguró que Alemania y los intereses alemanes sufrirán "la violenta reacción" del PKK y sus grupos afines. Alemania cuenta con la mayor comunidad kurda en el exilio, cerca de medio millón, pero también tiene un millón y medio de emigrantes turcos, por lo que la situación puede volverse explosiva si el enfrentamiento entre los militantes kurdos y el Ejército turco se traslada a sus calles.Danielle Mitterrand, esposa del jefe de Estado francés y presidenta de la Fundación Francia Libertad, pidió ayer a la Unión Europea la designación de un mediador para el conflicto kurdo y el envío de observadores de la ONU al sureste de Turquía, donde "800 pueblos han sido destruidos por el Ejército turco" y donde se producen "desplazamientos forzosos de miles de personas".