Un general pone a Azerbaiyán al borde de la guerra civil con la toma de una ciudad

Azerbaiyán está al borde de la guerra civil después de que el fin de semana pasado un general destituido se apoderara de Guiandzhá, la segunda ciudad de esta explosiva república caucásica. El general Suret Guséinov controla Guiandzhá desde el viernes. Su levantamiento contra las autoridades de Bakú se extiende. El primer ministro de Azerbaiyán, Panakh Guseinov, ha presentado su dimisión.

Los enfrentamientos ocurridos el fin de semana entre los rebeldes y las fuerzas de seguridad leales a Bakú, la capital, causaron 68 muertos, según la agencia rusa Itar-Tass. Los partidarios del general han capturado como rehenes al fiscal general de la república y a los primeros viceministros de Seguridad y de Interior, y han izado la bandera roja de la desaparecida Unión Soviética en varios edificios de Guiandzhá, según la agencia Turán.La televisión rusa informó que el fiscal general, obligado, ha firmado una orden de detención contra el presidente de Azerbaiyán, Abulfaz Elchibéi. Ayer, los rebeldes se, apoderaron también de Lenkorán, puerto del Caspio, cercano a la frontera con Irán, y repartieron octavillas en una serie de ciudades invitando a la insurreción contra el Frente Popular, que gobierna en Bakú desde hace un año.

Ejúbar Mamédov, el principal líder opositor y dirigente del Partido de: la Independencia Nacional, dijo en Bakú, la capital azerbaiyana, que los acontecimientos de Guiandzhá son otro paso hacia la guerra, civil. Mamédov declaró a Turán que el Gobierno de Bakú, al que acusa de autoritario, tiene en sus manos a los familiares de Guséinov. Igualmente reclama la dimisión del primer ministro, Panakh Guseinov, que éste presentó ayer ante las presiones de la oposición.

La situación en Azerbaiyán es muy inestable desde que, hace más de un año, el Ejército sufriera varias derrotas frente a los armenios de Nagorni Karabaj, el enclave armenio que ha proclamado su independencia.