Una gala de estrellas

El cierre de la campaña socialista en Barcelona no fue un mitin, fue una gala. La intervención de Felipe González fue precedida de un desfile de estrellas. Fue el mitin más concurrido de Felipe González. Aznar había reunido hace dos días en Barcelona a 15.000 personas. Los socialistas, ayer, 40.000.Que allí se iba a juntar más gente de la que hasta los propios socialistas calculaban ya se veía venir media hora antes del inicio del acto, cuando los accesos al Anillo Olímpico de Montjuïc quedaron colapsados por los autocares. Y que aquello no iba a ser un mitin a la usanza habitual también se vio desde primera hora, cuando el primer orador que subió al estrado no fue candidato ni secretario general alguno, sino Albert Boadella.

El director de Els Joglars habló de política, pero sin dejar de referirse a lo suyo, el teatro. "La derecha ha aprendido a hacer teatro", espetó entre el regocijo general. "Y no lo hace mal, porque el domingo muchos ciudadanos confundirán la libertad con el teatro y votarán a la derecha

"Por lealtad al coraje de nuestros padres y abuelos", anunció Joan Manuel Serrat dirigiéndose a González, "yo no me conformo con ganar estas elecciones: ¡quiero más! Quiero, Felipe, que nos des más reformas, más aire nuevo y, qué coño, también quiero que nos des más de lo mismo: solidaridad, igualdad y fraternidad". "A la derecha", rematé, "le dejas su egoísmo, su intolerancia y su olor a rancio; todo eso para ellos, y para nosotros, ¡el futuro!". Gila cerró el desfile de estrellas afirmando que Aznar le hace la competencia profesional. "Cada vez que lo veo por televisión, me descojono", explicó.