Una nueva dirección

Bill Clinton recurrió ayer, tina vez más, al pueblo estadounidense. El presidente, que criticó en su discurso los doce años de insolidaridad vividos en la época del reaganismo, pidió la ayuda de los ciudadanos para realizar el cambio de rumbo que necesita el país. Y lo hizo así: "Hemos navegado durante demasiado tiempo sin sentido de dirección y sin la responsabilidad de vivir en comunidad. Nuestro sistema político ha sido muchas veces paralizado por grupos de intereses especiales, por las quejas de los partidos y por la complejidad de nuestro s problemas ( ... ).Nuestro plan tiene cuatro componentes fundamentales. Primero, acabaremos con el declive económico. Esto se logrará tan pronto como invirtamos en nuestra gente y en la economía a corto plazo. La meta es mejorar el empleo y los ingresos a largo plazo. Segundo, hay que modificar- la retórica del pasado en las acciones del presente, honrando el trabajo y la familia en todas las facetas de la vida. Tercero, nuestro plan reduce la deuda federal de forma creíble. Finalmente, el plan gana la confianza del pueblo norteamericano pagando primero con cortes en gastos ineficaces del Gobierno y con imparcialidad en la distribución de la carga impositiva ( ... ).

Pero el Gobierno no puede hacer esto sin ayuda. El sector público es el catalizador del crecimiento económico en Estados Unidos ( ... ). En vísperas de un nuevo siglo, el crecimiento económico depende, como nunca antes ha dependido, de abrir nuevos mercados mundiales. Por tanto, insistiremos en reglas justas de comercio en el mercado internacional ( ... ). Todos nuestros esfuerzos para fortalecer la economía fracasarán si no tomamos grandes medidas para reformar nuestro sistema sanitario ( ... ).

Pido al Congreso que active verdaderas reformas en la financiación de campañas. Reduzcamos el poder de los grupos de intereses especiales y aumentemos la participación de la población. Tendremos que poner fin a la reducción de impuestos para grupos de presión y usar ese dinero para limpiar el sistema político. Además, deberemos poner en marcha toda una legislación que obligue a los lobbistas [miembros de grupos de interés] a declarar sus actividades.

Nosotros podemos reducir nuestro presupuesto de defensa responsablemente, pero que nadie lo dude: mientras yo sea presidente, los hombres y las mujeres que sirven bajo la bandera norteamericana serán los mejores entrenados, los mejores equipados, y la fuerza armada más preparada del mundo) ( ... ).

La manera de examinar nuestro programa no puede ser simplemente la de preguntarse ¿qué puedo ganar yo con esto? La pregunta debe ser: ¿qué podemos ganar todos nosotros?".