España, presente en la misión de vigilancia

F. M. / I. F España está dispuesta a participar en la misión de vigilancia que la CE enviará a Yugoslavia y para ello nombrará a varios observadores en colaboraclón con el Ministerio de Defensa, según manifestó ayer Francisco Fernández Ordóñez, ministro de Asuntos Exteriores. La delegación española estará integrada por un diplomático y dos militares que, aun con indumentaria de civil, llevarán distintivos especiales. La delegación, formada por 30 ó 50 civiles y militares vestidos con ropas de paisano y desarmados, tendrá inmunidad diplomática durante los tres meses que permanecerá destacada en el país balcánico. El grupo puede ampliarse en el futuro hasta 70 personas. El centro de coordinación de las operaciones será abierto en Zagreb. En la ciudad de Llubliana habrá otro de supervisión regional.

En los edificios habilitados en ambos lugares ondeará la bandera comunitaria, azul y con las 12 estrellas doradas que simbolizan a los Estados miembros. De este modo, los observadores se convertirán en la primera misión internacional que actúa bajo el emblema comunitario. La bandera figurará de forma visible en los automóviles, camiones y cualquier otro vehículo, equipo 0 indumentaria empleado por sus miembros. Estos disfrutarán de amplia libertad de movimientos y sus conversaciones o informes no serán censurados. La protección de los observadores estará en manos de escoltas armados dispuestos por los tres anfitriones. Al frente del grupo comunitario figurará un funcionario holandés encargado de informar con frecuencia a la propia CE y a las tres partes en conflicto a través de Belgrado.

Durante los futuros trabajos, los observadores podrán entrar y salir libremente del país sin necesidad de visado. Sólo tendrán que mostrar su pasaporte para que les sean franqueadas las fronteras. Las radios, magnetófonos o teléfonos empleados y las comunicaciones vía satélite que establezcan con el exterior no podrán ser tampoco violados.