Decomisada droga a dos familiares de los 'quinquis' acosados por ETA

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Las investigaciones se iniciaron cuando los policías comprobaron que Guijeño y su mujer mantenían contactos con grupos de nacionalidad iraní, sospechosos de dedicarse a la importación de droga. Pese a que el matrimonio no realizaba ningún trabajo legal, llevaba un alto nivel de vida, y Juan José Guijeño alquilaba vehículos con cierta frecuencia para viajar fuera de Fuenlabrada.

A principios de la presente semana, los agentes comprobaron que los sospechosos incrementaban los contactos con sus clientes habituales, lo que confirmó los temores de que acababan de recibir un importante alijo de droga y que se disponían a distribuirlo, según un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Juan José Guijeño y Evangelina Violeta Coronado fueron abordados el pasado martes en el mismo momento en que salían de su casa., "La llave de la puerta del inmueble", según las fuentes informantes, "no aparecía por ningún lado, hasta que Guijeño la extrajo de uno de sus calcetines cuando los policías iban a derribar la puerta".

El registro, realizado mediante el correspondiente mandamiento judicial, permitió el descubrimiento de 10 kilos de heroína del tipo brown sugar (azúcar moreno), con una pureza del 45%. También fueron decomisados nueve kilos de bicarbonato, sustancia utilizada como adulterante de la droga, y una balanza de precisión.

Guijeño había sido detenido con anterioridad como presunto autor de un delito de hurto y otro de tráfico de drogas, mientras que su esposa tenía pendiente una orden judicial para averiguación de su domicilio.

El matrimonio ahora detenido, que tiene dos hijos de corta edad, está entroncado con la conocida familia quinqui de los Echeparen, varios de cuyos integrantes han sido arrestados en repetidas ocasiones por su presunta relación con el tráfico de drogas.

Acosados por ETA

Evangelina Violeta Coronado está emparentada con los Bañuelos, familia ésta contra la que ETA ha perpetrado varios atentados que hasta ahora han costado la vida a Ramón Bañuelos Echevarría (que fue asesinado el 7 de octubre de 1988) y a su primo Ignacio Bañuelos Lasso (que murió el 16 de noviembre de 1989 por la explosión de una bomba colocada en los bajos de su automóvil). La organización terrorista, al reivindicar ambos crímenes, los relacionó con el narcotráfico.

El pasado día 8, los etarras causaron heridas graves a María García Bañuelos, de 27 años, y a su hija Laura Manzanares García, de 11, al hacer estallar un artefacto en los bajos de su furgoneta, aparcada en el barrio bilbaino de Txurdinaga.

Un hermano de Evangelina está encarcelado, acusado de haber perpetrado varios atracos para obtener dinero con el que adquirir droga. María Guijeño, hermana de Juan José, está también recluida bajo la sospecha de estar supuestamente en connivencia con un iraní que le pagaba 300.000 pesetas al mes por guardarle en su casa la heroína, según fuentes policiales.