60 maestros rurales denuncian la falta de medios

El aislamiento, la soledad y el abandono son los principales problemas que cerca de 60 maestros rurales reflejaron ayer en el I Encuentro de Escuelas Rurales de la Comunidad de Madrid, celebrado en Quijorna (Madrid). En la región madrileña existen cerca de 70 escuelas rurales, según afirman distintos responsables de la reforma en el medio rural del Ministerio de Educación y algunos maestros asistentes al encuentro.Otra de las dificultades que encuentran los maestros a la hora de desarrollar su labor pedagógica es que un solo profesor tiene que enseñar a niños de distintas edades y niveles en una misma aula. El maestro ha de abarcar todas y cada una de las disciplinas de cada curso.

Las malas condiciones de los edificios y la falta de material en los centros es otro de los problemas a los que se enfrentan alumnos y profesores. Todo ello, dicen los profesores, "repercute negativamente en el nivel de la enseñanza".

Los centros rurales de enseñanza que mayores dificultades tienen son los unitarios, en los que hay un solo profesor para todo el centro. Además, estas escuelas suelen estar en las zonas más deprimidas social y económicamente. En Navalespino, una pequeña pedanía del municipio de Santa María de la Alameda, la maestra María Pilar Prieto debe atender a niños de preescolar y a chicos que se encuentran en quinto de EGB. María Pilar ha de multiplicar sus labores en la escuela. "Además de cambiar pañales y de impartir las clases correspondientes, nos encargamos de todas las labores burocráticas", explica Prieto. "Las condiciones del centro son pésimas, los techos se caen y están llenos de humedades", añade. Para calentarse utilizan una pequeña estufa de leña.

La mayoría de los centros que se encuentran en el valle del Lozoya son incompletos; es decir, carecen en parte de algún curso de EGB. A pesar de las dificultades, Alfonso Mancheño, maestro de Chapinería, reconoce que el trabajo pedagógico en el medio rural es mucho más rico que en el urbano. "En los pueblos, la relación entre profesor y alumno es más natural y más relajada", dice Alfonso.

Otro problema al que se enfrentan los pequeños estudiantes de estos municipios son los escasos medios con los que cuentan en sus centros. En muchas ocasiones, los chicos se encuentran discriminados respecto a los muchachos que habitan en Madrid y que disponen en sus colegios, además del material y los medios pedagógicos para desarrollar su educación, de otras instalaciones para ejercitar otras actividades culturales o deportivas.