La policía colombiana interviene contra seguidores de Jaramillo en su entierro

Nidia Ossa de Jaramillo, madre de Bernardo Jaramillo, candidato presidencial por la Unión Patriótica (UP) asesinado el jueves en Bogotá, encabezó ayer el emotivo entierro del líder izquierdista. El sepelio, que tuvo lugar en el cementerio central de la capital, se convirtió en un acto multitudinario en el que no faltaron los enfrentamientos con la policía, que intervino con gases lacrimógenos y chorros de agua contra los presentes

"El único grito de mi hijo era viva la vida, viva la alegría", manifestó la madre de Jaramillo. "Yo les pido que en su homenaje mantengamos la calma". Cada frase de la madre del líder asesinado fue coreada por jóvenes y adultos, hombres y mujeres que alzaban los puños cerrados, que enarbolaban claveles rojos y pañuelos blancos, y que tenían los ojos enrojecidos por el llanto y los gases lacrimógenos. "¡Compañero Bernardo Jaramillo!", gritaba una voz. "¡Presente!", respondía la multitud.Una tanqueta policial armada con una ametralladora y centenares de policías vestidos de verde y ocultos tras gruesos escudos observaban los actos en silencio desde la sombra de los muros del cementerio. Momentos antes, los jóvenes comunistas se habían enfrentado con piedras y petardos contra las tropas policiales, que respondieron con gases lacrimógenos y chorros de agua.

Una muchacha, en hombros de un compañero, escribió con pintura negra en una de las paredes de cal: "Barco y Lemos, asesinos de Jaramillo". La UP acusó a Carlos Lemos, ministro de Gobierno del presidente liberal, Virgillo Barco, de ser responsable de¡ asesinato. Dos días antes, Lemos acusó a la UP de ser "brazo político" de la guerrilla comunista FARC. El propio Jaramillo había acusado la noche anterior a su asesinato a Lemos y al Gobierno de haber "condenado a muerte" a los militantes de la UP por esas declaraciones.