36 muertos en disturbios musulmanes en el Estado indio de Cachemira

El ministro paquistaní de Relaciones Exteriores, Yaqub Jan, mantuvo ayer conversaciones con el nuevo Gobierno indio sobre la revuelta musulmana en el Estado de Jamu y Cachemira, donde el pasado fin de semana murieron 36 personas tras una manifestación a favor de la independencia de ese Estado, el único de la India con mayoría musulmana. Los enfrentamientos más violentos con las fuerzas de seguridad tuvieron lugar en Srinagar, la capital del Estado, situado al noroeste de la India.

Las autoridades decretaron el sábado el toque de queda permanente en la capital y en otras siete ciudades de mayoría musulmana en el valle de Cachemira. En respuesta al toque de queda, miles de musulmanes, con mujeres y niños al frente, se manifestaron el sábado por las calles, incendiando algunos edificios oficiales y lanzando piedras contra los policías, mientras por los altavoces de las mezquitas se llamaba al yihad (o guerra santa) contra la India.Los enfrentamientos más graves en la reciente historia del Estado coinciden con la toma de posesión del nuevo gobernador, Jaggmohan, hombre de línea dura nombrado el pasado viernes por el Gobierno central indio del Frente Nacional. Ese mismo día, el Estado de Jamu y Cachemira fue puesto bajo la administración directa de Nueva Delhi tras la dimisión del ministro jefe, Faruk Abdulá, en protesta por el nuevo gobernador.

Los disturbios del fin de semana en Srinagar han sido los más graves desde 1951. De las tres guerras que han mantenido la India y Pakistán desde su independencia, en 1974, dos lo fueron por Cachemira, un territorio estratégico situado entre China y Pakistán, que tiene frontera también con el Estado indio de Punjab, azotado por una campaña separatista en la que han muerto centenares de sijs en los últimos años.

La India mantiene que Jamu y Cachemira forma parte de la Unión India, mientras Pakistán y la ONU, dice que se trata de un territorio en disputa y debería tener derecho a la autodeterminación.