El puerto de Santa Cruz de Tenerife, bajo minimos por la huelga de celo

Empresarios y estibadores del puerto de Santa Cruz de Tenerife han distanciado sus posiciones, registrándose una huelga de celo que ha supuesto la práctica paralización en las exportaciones de productos agrarios y una marcada demora en todos los movimientos de mercancías. El conflicto surge en plena campaña de exportación agrícola y ha dejado en tierra más de un millón de kilos de tomates.Según la parte social, la huelga que protagoniza es consecuencia de la ruptura de negociaciones que se ha producido con la sociedad estatal de estiba. Francisco Ramos, presidente del comité de empresa, señaló que se ha llevado a cabo una reconversión salvaje en el puerto tinerfeño, al jubilar anticipadamente a unos 200 trabajadores, reduciendo la plantilla hasta los actuales 450 operarios.

"Ahora pretenden que hagamos renganches y horas extras para salvar la situación, mientras las empresas nombran los turnos de operarios de manera caprichosa. Ellos están enturbiando la situación pues dan prioridad a los barcos con mercancías no perecederas y relegan los servicios a los buques de exportación agrícola".

Las ocho compañías estibadoras que operan en Santa Cruz de Tenerife celebraron ayer tarde una reunión de urgencia. Julio Álvarez Hamilton, presidente de la junta que agrupa a las citadas empresas, desmintió a este periódico que se estén produciendo nombramientos de forma arbitraria. "No hemos variado la aplicación de las normas. Esta huelga nos perjudica a todos, pero a nosotros de manera más directa. Es absurdo pensar que la estemos propiciando. El puerto de Tenerife tiene que modernizarse para llegar a ser competitivo".