Una historia tormentosa

La lucha por el poder de los hutus contra los tutsis dio lugar a sangrientas matanzas en Ruanda entre los años 1959 y 1963, cuando se consolidó el nuevo Gobierno republicano de los hutus en este país. En esta ocasión fueron los tutsis quienes se vieron obligados al éxodo en dirección hacia el aún reino tutsi de Burundi, donde reforzaron las filas de la tribu dominante.Los asaltos para conquistar el poder en Burundi por parte de los hutus fracasaron en 1965 -cuando a las matanzas de familias tutsis siguieron las sangrientas represalias contra los rebeldes- y en 1970, año en que, los enfrentamientos desembocaron en una verdadera guerra civil que se saldó con unos 250.000 muertos, en su mayoría hatus.

Burundi -en donde la Administración belga sustituyó a la alemana, que se había establecido a principios de este siglo- tiene una superficie de 27.834 kilómetros y cuenta con uno de los mayores índices de densidad de población del continente africano, con 155 habitantes por kilómetro cuadrado.

Al frente del Gobierno está el militar Pierre Buyoya, que derrocó en septiembre de 1987 al coronel Jean Baptiste Bagaza. Éste fue objeto de duras criticas por su aversión a la Iglesia católica, que se materializó con la prohibición de que se celebrara misa en los (lías no festivos y la expulsión de misioneros, entre ellos dos religiosos asturianos, en 1985. Burundi cuenta con una mayoría (65%) de católicos. El resto profesa credos animistas.