Agentes bajo sospecha

C. Y.En sus declaraciones ante el juez, el policía municipal Francisco Valladares acusó a

varios de sus compañeros del turno de noche de robar durante el servicio. Cinco de ellos pasaron una semana, a comienzos de junio, en la cárcel gaditana del Puerto 2, en el Puerto de Santa María, pero hoy se encuentran en libertad y rehabilitados en sus puestos por una orden del alcalde de Cádiz.

Según Valladares, por ejemplo, el sargento José León Carnero, jefe del turno, se apropió de un ordenador y, en otra ocasión, de 24 tartas; el policía Juan José Varo, de cajas de baldosas; el agente Ignacio Odero, de zapatos y juguetes; el policía José Jiménez Cepero, de la maqueta de un barco del local de Viajes Meliá, en la avenida de Ramón de Carranza; y el agente Francisco Rivero, de juguetes.

Doble rectificación

Valladares retiró después estas acusaciones, pero más tarde las repitió ante el juez Gonzalo Morales, a quien le dijo que su rectificación se debió a "amenazas y presiones" que recibió mientras estaba en la cárcel con sus compañeros.Para el sargento León, sin embargo, Valladares acusó a sus compañeros "por venganza". "Sospechábamos de él y él lo sabía; yo mismo hice varios partes sobre su comportamiento y no lo perdona".

En casa de León fue encontrado un ordenador, pero el sargento asegura que es de su sobrino y que ha demostrado " con una factura" dónde fue comprado. Sus compañeros han hecho lo propio ante las acusaciones de que fueron objeto. "Varios comerciantes han preferido decir que no les faltaba nada", precisa el abogado de Valladares, Luis Benito.