El que tuvo siempre tiene

Pertenece Pau Riba a esa escasa cantidad de cantautores -transcantautor, se define él mismo en este momento- que siempre ha colocado la creatividad, muchas veces desmadrada y exuberante, por encima de cualquier otra consideración; es de esa rara estirpe de artistas que siempre han ido un paso por delante (le su época. Por eso, escuchándole hacer lo que ahora también hacen otros, eso que se ha dado en llamar canción urbana, no se puede dejar de pensar que él ya hacía eso mismo mucho antes de que se inventara la definición. a la que además da un tinte personal indeleble. Hacía 10 años que Pau Riba no cantaba en Madrid, y la expectación ante lo que iba a ofrecer era grande. Pronto desveló la incógnita.Interpretó básicamente canciones nuevas, algunas grabadas en su último trabajo -el espléndido disco-libro Transnarciso- y la mayoría inéditas. Tuvo que ser la insistencia del público la que le hiciera volver tras la despedida para cantar dos de sus más reconocidas composiciones: Noia de porcelana y Taxista, que para sorpresa del personal interpretó en castellano, como ya hubiera hecho antes con dos de sus canciones más recientes.

Manteniendo intacta su capacidad histriónica, Pau Riba ha domado convenientemente los caballos desbocados que siempre habían cabalgado libremente en su obra, que ahora aparece igual de inspirada pero más centrada, medida y estructurada, señal de que el que tuvo, y tuvo bien, continúa teniendo siempre una magia especial.