El SIDA en RTVE
En el último programa emitido por RTVE anunciado como Jueves a jueves y moderado por la periodista Mercedes Milá vuelven a repetirse falacias informativas, que en esta oportunidad es importante destacar, tratándose de un caso de tan delicada gestión como representa el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).El motivo fundamental de dicho programa, anunciado por la presentadora varias veces, era el de informar a toda la población de la problemática inherente al SIDA. Por consiguiente, durante toda la emisión las preguntas fueron orientadas en dos vertientes. Una parte, la testimonial, representada por un portador del SIDA; la segunda, por dos excelentes médicos.
Ahora bien, un análisis de contenido del referido informativo ha dado como resultado que más del 50% de lo allí desarrollado ha estado referido a problemas netamente sociales, y cuya dinámica debió contar necesariamente con el aporte de científicos sociales.
El tratamiento de los términos, que dentro de estas ciencias se traducen en variables mensurables, cuantitativas o cualitativas, como representan el hábitat, los roles, los grupos humanos, las costumbres, los hábitos, la cultura o la educación, etcétera; el significado de la angustia, la represión, la marginalidad, la etiquetación, los estigmas, tanto en la enfermedad como en la muerte, y con el SIDA como argumento fundamental, se ha limitado a los testimonios y a la codificación del mensaje por profesionales de la medicina.
Y es de justicia hacer notar que ambos profesionales médicos han participado en congresos interdisciplinares científicos, tanto en España como en el extranjero, y que en la actualidad, en el caso de la doctora Asia de la Loma, se agrupa con un conjunto de científicos que favorecen el acercamiento de distintas teorías de la ciencia destinadas a la lucha contra esta enfermedad.
La tan antigua y manida definición de la Organización Mundial de la Salud, que considera sano a todo individuo que pueda demostrarse que no se halla enfermo física, psíquica y socialmente, no sólo debe ser tenida en cuenta para salir de un apuro de meras definiciones. Es necesario también que cuando todo ello deba llegar al gran ciudadano los códigos a utilizarse deben ser tratados, aun en los casos de enfermedad y muerte, por profesionales de las disciplinas que correspondan, en beneficio del receptor del mensaje y del enriquecimiento de todas las ciencias.-
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