El candidato del PRD reitera su compromiso con el reformismo, "sea cual sea el resultado"

Miquel Roca ratificó ayer en Madrid su compromiso personal con los reformistas, sea cual sea el resultado electoral del domingo. Ante unas 4.000 personas, que no llenaban el auditorio del Parque de Atracciones de la Casa de Campo, Roca afirmó: "Sea cual sea el resultado, mi compromiso con vosotros es irreversible; un compromiso que nos permitirá construir un futuro mejor, desde la libertad, la obsesión por la modernidad y la exigencia de progreso. Y yo, en el medio o en el último lugar, pero siempre con vosotros, siempre".El candidato reformista cerró ayer la campaña electoral en Sevilla y Madrid y luego voló a Barcelona en un jet alquilado para asistir a la fiesta electoral que Convergència i Unió celebró en esta ciudad, su circunscripción electoral. En Sevilla, el líder reformista se reunió en un hotel de la capital con no más de 300 militantes y simpatizantes del PRD andaluz, en un vermú-mitin, junto con el candidato reformista a la presidencia de la Junta de Andalucía, Luis Marín. Al acto final de Madrid asistió la esposa del candidato.

Un Roca que evidenciaba signos de afonía aseguró en Madrid: "El primer presidente de Gobierno que no sea socialista será reformista. No lo dudéis. Al socialismo le sustituirá el reformismo. Es una buena noticia porque, si al socialismo le debe sustituir la mirada atrás, entonces no vale la pena".

El candidato enumeró las 10 medidas de urgencia que los reformistas aplicarían desde el Gobierno -"o, para que, no nos acusen de petulantes, las que condicionarán la acción de cualquier Gobierno", precisó-, las mismas que expuso la víspera en Barcelona en el mitin final de Convergència i Unió. Replicando a quienes le acusan de utilizar un doble lenguaje, en Cataluña y en el resto de España, afirmó: "Voy a decir lo mismo de ayer en Barcelona y de este mediodía en Sevilla porque nuestro lenguaje es único, el de quien sabe que sólo la verdad puede triunfar". Esos 10 puntos hacen referencia a la reforma y despolitización de la Administración, a un nuevo tratamiento fiscal para la inversión privada, a la reducción del déficit público o a la revisión de la ley de pensiones.