Al Gobierno español le preocupa la desviación del proyecto revolucionario original

La Oficina de Información Diplomática del Ministerio español de Asuntos Exteriores, a preguntas de este periódico sobre la posición del Gobierno español respecto a la declaración del estado de sitio por el Gobierno nicaragüense, respondió anoche en los siguientes términos: "Habría que considerar las razones internas o de la evolución de la situación internacional en la zona que han llevado a los dirigentes nicaragüenses a adoptar la decisión. En todo caso, la adopción de medidas que signifiquen desviarse del proyecto original de la revolución sandinista o del proceso democrático iniciado recientemente nos parece preocupante".Las medidas adoptadas por el régimen sandinista fueron anunciadas pocas horas después de que el presidente del Gobierno español, Felipe González, admitiese durante el debate en el Congreso sobre el estado de la nación que "Nicaragua está soportando un cerco y presiones".

Estas palabras de González provocaron el único incidente de la sesión del martes, al replicar el líder de la oposición, Manuel Fraga, que Nicaragua "es una dictadura que viola todos los derechos humanos y democráticos, igual que en los países de Europa oriental".

Alianza Popular, por su parte, señaló que las medidas adoptadas confirman que el régimen a que está sometida Nicaragua se consolida aún más como una dictadura de signo marxista", según un comunicado hecho público ayer. "La excusa en la que se apoya la adopción de dichas medidas carece de base ante la presencia de elementos militares cubanos que actúan en estos momentos en la zona como agentes de propagación revolucionaria hacia los países vecinos", añade el comunicado.

EE UU condenó violentamente las medidas represivas" tomadas por el Gobierno de Nicaragua, a las que calificó como "paso suplementario hacia la imposición de un régimen totalitario", según declaró el portavoz del Departamento de Estado, Bernard Kalb.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores francés declaró en relación con el anuncio de Daniel Ortega que Francia "deplora todas las medidas de restricción de libertades que van en contra de los principios democráticos".