Jaca y Granada fueron declaradas aptas por los técnicos

La comisión nombrada por el Comité Olímpico Español (COE) para realizar un estudio técnico sobre las candidaturas de Jaca y Granada para los Juegos Olímpicos de Invierno de 1992 declaró en su informe que ambas ciudades eran aptas para organizarlos, con la única salvedad del exceso de altura de Sierra Nevada para las pruebas de fondo, para lo que ofrecían su influencia ante la Federación Internacional de Esquí (FIS). El comité ejecutivo del COE acordó no presentar ninguna candidatura de invierno y apoyar la de verano, en Barcelona.

La comisión fue formada por el COE, y para ello se contó con expertos en la materia, involucrando en cierto modo a la Federación Española de Deportes de Invierno (FEDI), al ser casi todos miembros de ésta. Los únicos que no pertenecían a la FEDI eran el presidente del Comité Olímpico Español, Romá Cuyás; Joaquín Dualde, vicepresidente del COE, y Francisco Fernández Ochoa, antiguo miembro del equipo nacional de esquí y campeón olímpico en 1972. Precisamente, Fernández Ochoa no estuvo en las reuniones de esta comisión porque, según afirmó, no se le avisó.Según se desprende de las afirmaciones de Manuel Martos, uno de los miembros de esta comisión y presidente del comité alpino de la FEDI, el informe que se presentó ante el comité ejecutivo del COE fue un escueto escrito en el que sólo había unas conclusiones de tipo técnico. En este informe se decía que tanto Granada como Jaca cumplían las exigencias técnicas para celebrar los Juegos Olímpicos de Invierno.

Tan sólo había algún problema con las pruebas de fondo en Sierra Nevada (Granada), al especificar los reglamentos que no se pueden celebrar a más de 1.800 metros de altitud. Sin embargo, no daban importancia a este hecho, ya que se habría podido gestionar con la FIS el poder celebrar estas pruebas a 2.000 metros, dado que Alfonso de Borbón, presidente de la FEDI, es miembro del comité ejecutivo de este organismo.