Honecker reconoce dificultades en el aprovisionamiento alimenticio de la RDA

El jefe del Estado de la República Democrática Alemana (RDA), Erich Honecker, reconoció el viernes, ante el Comité Central del Partido Socialista Unificado (SED, comunista), que se habían producido "perturbaciones" durante los meses de septiembre y octubre en el aprovisionamiento de la población en productos alimenticios.La RDA, afirmó Honecker en la alocución final pronunciada en la quinta sesión del Comité Central del SED, está dispuesta a seguir desarrollando las relaciones con la República Federal de Alemania según los correspondientes tratados, y agregó que convendría que los dos países contribuyesen a atenuar la tensión internacional para mantener libres las relaciones mutuas "de todo lastre que obstaculice el progreso de los contactos entre ambas naciones".

Honecker se esforzó, por otro lado, en trazar un balance satisfactorio de la economía en la RDA, afirmando que su país seguía siendo para todos los demás un interlocutor fiable en las relaciones económicas.

El primer secretario del SED confirmó indirectamente los esfuerzos emprendidos en el campo de las exportaciones, que se han traducido frecuentemente en dificultades para el aprovisionamiento interior.

Según Honecker, la República Democrática Alemana registró en el curso de los diez primeros meses de 1982 un excedente en su balanza comercial de unos 11.000 millones de dólares (más de un billón de pesetas) con los demás países socialistas.

El dirigente de la RDA insistió en la necesidad absoluta de aumentar la productividad, que, según afirmó, es inferior en un 30% a la correspondiente a Francia o a la República Federal de Alemania. Honecker criticó, por otra parte, los fracasos que se registraron en la agricultura, afirmando que las pérdidas que se han producido en el sector ganadero fueron "anormalmente elevadas".

Según el dirigente de la RDA, las actuales dificultades económicas que se registran en su país se deben a la "guerra económica" desencadenada por Estados Unidos contra los países socialistas, y analizó la "crisis económica occidental", comparándola con la de 1929, en contraposición al crecimiento difícil, pero continuo, de la RDA y del campo socialista.