Israel y el 'plan Reagan'

Después de su éxito militar en Líbano, donde ha golpeado duramente a los terroristas, obligándoles a la dispersión, Beguin-asegura haber vivido por culpa de su más fiel aliado el día más duro de su carrera de primer ministro de Israel. Dominando la violencia de su carácter, no replicó con invectivas o anatemas al plan Reagan (...).El repudio vigoroso y argumentado que el Gabinete israelí opone a las propuestas americanas no ha sorprendido a la Casa Blanca, donde se asegura, con cierto humor, que se esperaba una controversia y que no esperaban que sus gestiones fuesen aceptadas en bloque por los árabes y los israelíes.

Sin duda, esa no era la intención del presidente americano (...). Los árabes estaban exasperados por la evidente alianza de Estados Unidos con el adversario que asediaba y bombardeaba una de sus capitales, pero medía la relación de fuerzas y al fin de cuentas no estaban descontentos por el debilitamiento de la OLP. Reagan quiere demostrarles que su silencio o su pasividad han sido apreciados y que de un mal puede salir un bien. Su discurso no aporta nada nuevo. Carter había pedido ya un hogar para los palestinos, pero su sucesor desea que gocen, junto con Jordania, de una autonomía en Cisjordania y Gaza. Washington proclama, después de la más grande derrota militar palestina, que los vencidos tienen el derecho de gobernarse a sí mismos en Palestina, y que este derecho es uno de los elementos capitales para una paz verdadera y durable (...).

4 de septiembre