A menor delincuencia, mejor clima

El Gobierno parece haber emprendido una campaña encaminada a insuflar a los ciudadanos un optimismo que buena falta nos hace. En sus últimas comparecencias ante los representantes de los medios informativos, los ministros se esfuerzan por resaltar, para su oportuno traslado a la opinión pública, aspectos políticos, económicos o de cualquier otra índole en los que se aprecia una cierta mejoría o, al menos, un freno en el proceso de deterioro.Hemos podido enterarnos así de que la marcha general de la economía no presenta sólo aspectos negativos o de que por primera vez desde hace varios años las cifras de paro registran un leve descenso. Y como colofón a esa serie de aceptables impresiones, contamos con las declaraciones de Juan José Rosón, asegurando que se ha detenido el ritmo de incremento en los delitos. (...)

En cabeza de estos delitos, y convertido en tan común como los demás a la hora de aplicarle hoy el calificativo, figura el terrorismo, que no es de los que han permitido mayores lucimientos en la lucha contra él. (...)

Lo que no es terrorismo, pero también atenta contra vida, salud y haciendas, se ha visto favorecido en parte por circunstancias económicas difíciles, entre las que el paro es la que alcanza mayor significación. Su incidencia sobre las actividades financieras y empresariales no es tan patente como en el caso de los delitos anteriormente comentados, pero el clima de inseguridad que con ello se crea, magnificado muchas veces intencionadamente por los.catastrofistas de turno por la vía del relato terrorífico y la exageración, tiene también efectos negativos.

Por eso resulta aleccionador saber que parece estarse en el camino de frenar la proliferación de actividades al margen de la ley. La tendencia lógica entre las autoridades será la de atribuir los progresos que se consigan en este empeño a la labor de las instancias policiales, pero ésta no puede completarse sin una colaboración en los aspectos ciudadano, judicial y penal. (...)

La vida política, social y económica del país recibiría un impulso alentador si estas tímidas impresiones favorables de hoy tienen continuidad.

4 de agosto