La asamblea de la OMS insiste en su lema "salud para todos en el año 2000"

Al finalizar ayer, después de dos semanas de reuniones, la 35ª Asamblea Mundial de la OMS, en la que participaron 144 Estados miembros de la organización, se destaca el interés de la comunidad internacional en su conjunto, y de los países en desarrollo en especial, por asegurar el cumplimiento de la ambiciosa meta: "Salud para todos en el año 2000".La estrategia para la implantación de este proyecto a escala mundial se basa principalmente en el desarrollo de las infraestructuras sanitarias en el marco de la atención primaria de la salud. Una vasta gama de programas contienen medidas con miras a la promoción de la salud, prevención de enfermedades, del diagnóstico, tratamiento y readaptación. Esta estrategia entrega el papel protagonista de los proyectos a los individuos y sus familias en los hogares, a las colectividades, a los servicios sanitarios a nivel primario y a otros sectores, particularmente la educación y la agricultura. Se trata, según una resolución de esta 35ª asamblea, de "movilizar todos los recursos posibles. Cada uno deberá sentirse movilizado y no solamente el personal de la salud".

La lucha contra las enfermedades diarréicas es considerada como uno de los puntos de entrada en el sistema de la atención primaria dela salud, debido a que puede prevenirse la mortalidad de la primera infancia.

Una de las resoluciones de la asamblea, quizá la más polémica e importante, se refiere a la aplicación del Programa de Acción de los Medicamentos Esenciales.

La OMS se compromete una vez más a cooperar técnicamente con los Estados miembros con miras a la ejecución de estos programas a nivel nacional, sobre la base de doscientos medicamentos y vacunas esenciales destinadas a los servicios sanitarios de los países, para ser puestos al servicio y alcance de toda la población, sobre todo desde el punto de vista del coste comercial de los medicamentos.

Sabido es, sin embargo, que este voluntarioso proyecto choca frontalmente hasta ahora con los intereses inconfesables de las multinacionales de la farmacopea, que no se niegan al proyecto, pero en los hechos no se remiten a él, por razones estrictamente económicas. Según los estudios, la aplicación de este programa reduciría las gigantescas ganancias de estos fabricantes, que tienen en la, actualidad colocados en el mercado internacional más de 10.000 nominaciones distintas de medicamentos, por razones con currenciales, en circunstancias que todos ellos están fabricados en base a un número limitado de materias primas.

Con respecto al Código de Comercialización de los Sustitutos de la Leche Materna, que reglamenta desde hace un año la manipulación publicitaria en favor de los alimentos infantiles artificiales, en desmedro de la leche materna y de la salud de los bebés, según informes científicos, la asamblea constató que, si muchos de los Estados miembros habían tomado ciertas medidas referentes al mejoramiento de la alimentación de los bebés, pocos entre ellos habían adoptado y respetado el código internacional sobre esta materia.