Contra el jurado

Usando el gran medio de comunicación que supone su periódico, con la presente carta toco un tema que brota con pujante fuerza en nuestros días. Este tema es el de la institución del jurado dentro del procedimiento judicial. Atenderé ahora a los argumentos utilizados por la Asociación pro Jurado en defensa de esta figura jurídica, plasmando mi parecer, contrario a ella.- La primera línea por la que se intenta llegar al jurado en nuestro aquí y ahora es aquella en la que se nos habla de la adecuación de los jueces y de las leyes a la realidad social. Según sus apologistas, el jurado haría entrar "aire del pueblo" en las prácticas judiciales, cuyos sujetos e instrumentos tienden a anquilosarse. Pues bien, opino que el precio que se pagaría por este "aireamiento" (de dudosa consecución) de la actual Administración de Justicia, sería la puesta en peligro de la correcta interpretación y aplicación de las leyes, tarea eminentemente técnica y demasiado delicada para dejarla en manos del subjetivismo, apreciación superficial, etcétera, de los legos designados.

- El segundo camino por el que se cree avanzar hacia la necesidad de la instauración del jurado es el que se sigue de defender la existencia de un mandato constitucional (en el artículo 125 de nuestra Constitución e, implícitamente, en su espíritu). En cuanto a ello, quiero decir que, si bien en nuestra "Lex Superior" está recogida la institución en lid, se deja al arbitrio (que no arbitrariedad) del poder legislativo la facultad de captarla o no, no siendo anticonstitucional, ni tan siquiera aconstitucional, esta segunda postura.

- Acabando, señalaré que, si bien es necesaria una reforma de la Administración de Justicia de nuestro Estado, considero negativo que ésa pase por la institución del jurado./