Presencia diplomática española en la Embajada de Albania en Belgrado

Diplomáticos españoles asistieron ayer, por primera vez, en Belgrado, a la recepción que con motivo de la fiesta nacional de Albania ofreció su embajada en Belgrado.El tema de la apertura de relaciones entre Tirana y Madrid se ha venido llevando pacientemente desde la embajada española en Yugoslavia durante años.

Por otra parte, cuando se cumplen veinte años del espectacular rompimiento de relaciones diplomáticas entre Tirana y Moscú, se espera que la Prensa soviética, como ocurre siempre con ocasión de la fiesta nacional albanesa, vuelva a ofrecerle embajador a Tirana.

Esta sería la segunda vez en un mes que la Unión Soviética le sugiere a Albania, este año, la reapertura de las relaciones diplomáticas. La primera fue el 8 de noviembre, con motivo del 40º aniversario de la fundación del Partido del Trabajo de Albania.

No obstante y a pesar del aislamiento de Albania, tras su alejamiento político y económico de China y el empeoramiento de sus relaciones con Yugoslavia, Enver Hoxha insiste en que nunca reanudará relaciones diplomáticas con el "socialimperialismo de Moscú" ni con el "imperialismo estadounidense". Los estalinistas de Tirana intentan, sin embargo, romper su aislamiento entablando relaciones con países occidentales como España, la República Federal de Alemania y el Reino Unido, por este orden de preferencia.

Con la ruptura de relaciones albano-soviéticas, el 25 de noviembre de 1963, la Unión Soviética se quedaba sin las bases mediterráneas de submarinos de Valona. Dos años antes, en 1961, cuando todavía Hoxha y Nikita Jruschov trataban de recubrir con euforia sus serias divergencias por el tema de la desestalinización, este último y el mariscal Malinovski amenazaban a Occidente con instalar cohetes en Albania si Grecia e Italia llegaban a permitírselo a Estados Unidos.

Albania no abandonaría oficialmente el Pacto de Varsovia hasta después de la entrada de las tropas de esta alianza militar en Praga (1968), aunque su militancia era muy relativa desde 1961.

También EE UU reiteraba hace unas semanas desde Belgrado, por medio de Lawrence Eagleburguer, secretario de Estado adjunto, su disposición de entablar relaciones con Albania.