Los efectivos militares

El poderío militar con que cuenta la OTAN la convierte en el mayor Ejército del mundo, sólo comparable a los dispositivos del Pacto de Varsovia. La construcción y mantenimiento del arsenal militar precisa de un elevado presupuesto que en 1977 ascendió a 165.000 millones de dólares. La contribución es desigual y Estados Unidos aporta más de la mitad. Sin embargo, porcentualmente, los gastos de cada país en materia de defensa muestran un orden diferente. Mientras Estados Unidos dedica un 5,9% de su producto nacional bruto a gastos militares, para Grecia se elevan a un 6.9%, y en Turquía llegan al 9%.La disparidad de armamento con que cuentan los trece países militarmente integrados en la Alianza ha hecho necesaria la cooperación en la producción de nuevas armas y el establecimiento de normas unificadas con fines logísticos para la fabricación propia en los distintos países.

El potencial humano del Ejército conjunto se eleva a 4.864.000 soldados, de ellos 1.200.000 en Europa, sin contar las fuerzas de reserva y las paramilitares. Su armamento esencial lo componen 23.000 tanques, 10.130 aviones y 11.000 cabezas nucleares (7.000 en suelo europeo). Veinte portaviones, 464 buques de más de 1.000 toneladas, 77 submarinos nucleares y 138 convencionales forman su potencia¡ naval. A ello hay que añadir los submarinos lanzadores de misiles balísticos estratégicos y las nuevas armas en preparación, como los aviones de alerta lejana (Awacs) y los misiles nucleares Crucero y Pershing 2. La comparación del potencial bélico de la OTAN con las fuerzas del Pacto de Varsovia es aventurada y, en ocasiones, el balance está condicionado a peticiones de mayor presupuesto militar y a problemas políticos de opinión pública. La OTAN está en desventaja en número de tanques en proporción de 1 a 1,7, y sólo dispone de la mitad del potencial artillero que sus contrarios.

Esta desigualdad parece estar compensada por el mayor número de cabezas nucleares (11.000 frente a 4.000) y por un mejor equipamiento tecnológico en su armamento, sobre todo en lo que se refiere a precisión de disparo y control. Las tácticas militares son también diferentes. El rodillo ruso trataría de arrollar las defensas occidentales a base del empleo masivo de sus tanques y artillería y, penetrando profundamente en el dispositivo defensivo occidental, liquidar todas las resistencias en menos de diez días. Para evitarlo, la OTAN cuenta con su superioridad aérea y naval, y con sus eficaces misiles antitanques.

La fabricación de nuevas armas nucleares por ambos bandos supone un nuevo salto cualitativo en el equilibrio de un sistema de disuasión basado en la fuerza.