Gráfica de cuatro pintores asturianos

Como inicio de una labor que se pretende extensa en el campo de la creación, Emblema, empresa nacída a caballo de las inquietudes artísticas que aúnan Asturias y Madrid, ha editado una primera carpeta que contiene aguafuertes de Antonio Suárez, José María Navascués, Juan Gomila y Pelayo Ortega. Estos artistas representan, siquiera parcialmente, a las cuatro generaciones que, desde la posguerra, han surgido para la pintura en la región asturiana. La carpeta se ofrece como un buen ejemplo de la actividad plástica e imaginativa de una re gión que ha sabido conectar a través de sus artistas con las más variadas tendencias del arte con temporáneo. De ahí que la diversidad estilística observable en esta carpeta no se deba sólo a las dife rencias generacionales. Así, el gra bado de Antonio Suárez (Gijón, 1923), cofundador de El Paso en 1957, responde con acierto a la dicción «pictórica» y emocional que este artista ha desarrollado a partir de premisas informalistas; en cambio, José María Navascués (Gijón, 1934) se muestra en su nlancha con la fuerza de un dibujante experto y sensible, aunque por su temática se aleje de su último trabajo escultórico, por el que ha sido seleccionado para la próxima Bienal de Sao Paulo; Juan Gomila (Barcelona, 1942) presenta una obra en la que un dinamismo gestual se compenetra con la estereotipada figuración pop de sus conocidas «cajas-ambiente», que en su momento recibieron el primer premio en la Bienal de Alejandría y que fueron presentadas en la Bienal de Sao Paulo de 1977, y, finalmente, el aguafuerte de Pelayo Ortega (Mieres, 1956) sintetiza el trabajo que este pintor ha dedicado al dibujo y a la técnica del grabado.

La carpeta se completa con una hoja, de iguales dimensiones (39 X 53 cm.) que el papel guarro especial de «los aguafuertes, en la que se detallan las biografías artísticas, las bibliografías y los créditos de la edición. De cada uno de los cuatro grabados de que consta la carpeta se ha hecho una tirada de sesenta ejemplares, firmados y numerados, y doce pruebas de artista, igualmente firmadas, y numeradas en romanos; tanto la impresión como la preparación de las planchas (de cincde 17,5 X 24 cm., salvo la de Navascués, que es de cobre y de 20 X 20 cm.) se han realizado en el taller de Dimitri, de Madrid.

Otros proyectos de Emblema

Entre las actividades que proyecta Emblema está la de continuar con la edición de este tipo de carpetas, lo que, de algún modo, debe obviar la parcialidad inicial, así como la publicación de una colección de libros en los que serán los propios artistas los que intervendrán en su elaboración. En este sentido se preparan dos libros, uno de Antonio Suárez en colaboración con Félix Guisasola, y otro de José María Navascués.