El cine español comienza a estudiar sus problemas
El cine español ha comenzado a tomar conciencia de sus graves problemas y en todos los sectores de la industria y el comercio cinematográfico. Ayer comenzó en Madrid el I Congreso Democrático del Cine Español con el claro objetivo de analizar conjuntamente los males que aquejan al sector e intentar buscar propuestas coincidentes. El Congreso, que se clausurará el próximo domingo, cuenta con el apoyo de los partidos políticos PSOE, PCE y AP y el de las dos centrales mayoritarias, UGT y CCOO. Es de destacar la ausencia del partido mayoritario en el Parlamento, la Unión de Centro Democrático. Angel S. Harguindey informa de ello.
Ayer, algo después de las diez de la manana, se inauguró en Madrid el I Congreso Democrático del Cine Español, convocado por los partídos políticos PSOE, PCE y AP, las centrales sindicales UGT y CCOO -CNT abandonó el proyecto cuando se encontraba muy avanzado- y diez asociaciones profesionales de todos los sectores industriales de la cinematografía.«Este congreso tiene grandes virtudes -declaró a EL PAIS José Gutiérrez Maesso, miembro del comité permanente del mencionado congreso y coordinador del mismo-. La primera de ellas es que ha permitido el que durante seis meses se sienten en torno a una mesa todos los sectores de la industria y el comercio del cine, algunos de ellos con evidentes intereses contrapuestos.»
«La segunda gran ventaja -añadió José Gutiérrez Maesso- ha sido la de poner de manifiesto todos los problemas del cine, a la vez que a través. de las distintas ponencias se apuntan una serie de soluciones. La eficacia de estas propuestas dependerá de la manera que las acojan la propia industria, el comercio y la Administración del cine.»
El manifiesto-convocatoria del I Congreso Democrático del Cine Español señala, entre los grandes problemas de la industria, «el colapso de la misma, el paro casi total de los trabajadores del sector, la permanencia de las viejas estructuras caducas y, por otra parte, el cambio político y las nuevas exigencias democráticas, imponen una revisión total y un planteamiento nuevo del cine español en su conjunto cultural, social, industrial y comercial».
La eficacia del congreso, de todo él y no sólo de sus propuestas finales, dependerá en gran medida del compromiso que adquieran los partidos políticos solidarios con el mismo para defender el proyecto de ley de Cinematografía que agrupe el mayor número de coincidencias entre los distintos sectores que intervienen en el congreso. Esté cuenta con la participación activa de cuatrocientos asistentes y 175 ponencias, divididas en seis áreas temáticas: la primera de ellas se refiere al cine como fenómeno cultural; la segunda analiza los problemas socio-profesionales; la tercera trata de los problemas industriales; la cuarta engloba las ponencias sobre el mercado; la quinta estudia las relaciones entre cine y Administración; y la sexta, sin duda la de mayor importancia, se titula «Area de estudios para las bases de una futura ley de Cine»: «Esta área -explica el programa- dará cabida a estudios para las bases de una ley del Cine, incluso proyectos articulados sobre el tema y asimismo los estudios relativos a una legislación comparada.»
Polémica con UCD
El tema polémico, previo a la iniciación del congreso, se basó en un intercambio de notas de UCD y el comité permanente del congreso, puesto que el partido político mayoritario en el Parlamento es el único que no ha suscrito la convocatoria del I Congreso Democrático del Cine Español. Esta decisión sorprende desde el punto de vista ideológico-político, puesto que en el congreso colaboran partidos tan dispares como Alianza Popular, PSOE y PC.«UCD está recapacitando su postura para ver cómo se desarrolla el congreso de cine -declaró a EL PAIS Luis González Páramo, miembro del mencionado partido-. De todas formas, he de advertir que mi partido no cree en que se pueda hacer legislación en base a las asambleas.»
«Este congreso -replicó en la conversación Gutiérrez Maesso- no puede ser calificado de asambleario sin caer en el delirio.»
La conversación transcurre ante la presencia de Pilar Miró, organizadora también del congreso y miembro del PSOE. La tensión es evidente, puesto que la nota discordante de UCD (véase EL PAIS de ayer) a última hora supuso, a juicio de los miembros del comité permanente, una manipulación
«En el pasado mes de junio -añade González Páramo- se pidió la opinión de distintos profesionales y el comité permanente acordó el que no se colaborara con la Administración hasta después del congreso.»
«No se ha impedido la colaboración con la Administración -matizó Gutiérrez Maesso-; ha sido exactamente al revés: la Administración no ha reconocido en ningún momento la existencia del congreso. La Administración ha tratado de impedir que la industria cinematográfica colaborara en el proyecto de ley de Cine que elaboró. Esta aspiración, la de colaborar en un borrador de una ley necesaria, era una constante en los últimos cuarenta años. Creíamos que ahora sería posible, pero se nos ha demostrado que la Administracion sigue siendo la misma de siempre. Posteriormente, y tras conocerse por una filtración el borrador que había preparado la Dirección General de Cinematografía, el comité permanente del congreso acordó el que los miembros y entidades en él representadas tenían libertad absoluta para elaborar sus respectivos proyectos de ley. Y todo lo dicho se puede demostrar fácilmente con las tres propuestas presentadas en el área que estudia las bases para una futura ley de Cine, presentados por distintos sectores: uno de ellos, que en realidad es muy similar al proyecto de ley de la Administración, con una serie de matizaciones, corresponde a exhibición, distribución y, en general, a todas las patronales, salvo la de producción, que presenta su propio proyecto articulado de ley y, por último, un tercer proyecto firmado por mí, en el que se intenta recoger equilibradamente los problemas e intereses de todos los componentes de la industria. La existencia de tres borradores demuestra que el congreso ha permitido a sus entidades organizativas libertad de acción y propuestas.»
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