Un avión belga se incendia al aterrizar en Tenerife

Un Boeing 707 de Sabena, líneas aéreas belgas, ardió ayer casi por completo en las pistas del aeropuerto de Los Rodeos, en Tenerife, después de haber sufrido la rotura del tren de aterrizaje delantero. El avión llevaba a bordo 189 pasajeros y siete tripulantes. No ha habido que lamentar ninguna desgracia personal, ya que los dispositivos de emergencia del aparato y del propio aeropuerto funcionaron a la perfección dando tiempo a la total evacuación de las personas que ocupaban el aparato.Eran las trece y trece cuando el Boeing enfiló la pista principal del aeropuerto de Los Rodeos disponiéndose a aterrizar. El comandante de la aeronave, señor Lambot no se apercibió de nada anormal, ya que todos los indicadores funcionaban perfectamente y la visibilidad era total. Al posarse en tierra el aparato el tren de aterrizaje del avión se partió y éste, según contaban luego algunos de los pasajeros, pareció desencajarse. La afortunada maniobra del piloto, que frenando con el morro el avión lo dirigió hacia la franja de tierra que separa las dos pistas evitó la catástrofe. El Boeing quedó ligeramente escorado y comenzó a arder de inmediato. Las puertas de emergencia y los toboganes se abrieron y los ocupantes del aparato comenzaron rápidamente a salir en medio de una cada vez más intensa humareda, mientras los servicios de bomberos del aeropuerto iniciaban la tarea de extinción.

Tres guardias civiles de servicio arriesgaron su vida al entrar en el interior del avión para verificar si quedaba algún pasajero dentro, instando a algunos rezagados que, presos del nerviosismo, aún no habían logrado salir, a que abandonaran cuanto antes la aeronave. En esta acción, los tres miembros de la Benemérita resultaron intoxicados a causa de la densa humareda, pero su estado no reviste preocupación. Poco después, todo el pasaje y la tripulación lograron ser evacuados hasta el edificio terminal.