Se deshace Tsitsipas, cae Ruud y el horizonte de Alcaraz pinta aún mejor
El griego pierde contra el modesto Gigante y el nórdico, tocado, cede ante Borges y critica el sistema: “Te fuerzan a competir”. Ambos iban por la rama del murciano


En la Simonne Mathieu, avanzada ya la tarde, se hace inmenso Matteo Gigante, un zurdo de 23 años que ahonda en la crisis de una figura definitivamente desnortada. ¿Habrá retorno? No se encuentra Stefanos Tsitsipas, eliminado (6-4, 5-7, 6-2 y 6-4) y últimamente irreconocible. Ha perdido el paso el griego, que en su momento (2021) llegó a acorralar a Novak Djokovic en la final de París —dos sets arriba, terminó sucumbiendo— y hoy día cae y cae sin cesar. Dos segundas rondas y dos primeras en los cuatro últimos grandes. Así es, no está. No se afina. Alguna pieza no termina de encajar. Fijo en la pomada del circuito durante los últimos años, ha descendido hasta el puesto 25.
“Me duele”, admite el ateniense. “Esto es un rompecabezas constante. Debo reflexionar”, prosigue, al tiempo que Gigante celebra la victoria “más grande” de su carrera, hasta cierto punto sorprendido por el desenlace de un partido que enseguida se le ha puesto de cara. Otro día torcido de Tsitsipas. “Lo ha hecho excepcionalmente bien, ha manejado muy bien los momentos de presión. No es sencillo enfrentarte a un rival que no conoces mucho. Hoy he perdido el control, me ha faltado madurez en algunas fases. Pero soy una persona optimista”, desliza el griego, cuyo currículo —12 trofeos, entre ellos una Copa de Maestros y tres miles— se queda corto para un tenista de su proyección. Allá quedaron los sueños.
Muy discreto su paso por la gira preparatoria —los cuartos de Montecarlo y Barcelona como progresiones más reseñables— y, ahora, un señor trompazo en las rampas iniciales de Roland Garros. Felicita con deportividad a Gigante, el nombre del día, un romano que se atusa el pelo y sonríe sin parar, con su primera victoria contra un top-10 y su mejor ranking (129), por primera vez en la tercera escala de un gran torneo. Procede de la fase clasificatoria. Y valiente él, decidido. Olía las dudas del griego y, pese a no haber acertado a la primera, no hay tembleque por ningún lado. Termina rematando y así, teóricamente, se despeja un poco más el trazado de Carlos Alcaraz.

De por sí favorito, al de El Palmar le acompaña el transcurso de una jornada trampa, en la que también descarrila otro terrícola, otro puntero. Cae Casper Ruud ante Nuno Borges (2-6, 6-4, 6-1 y 6-0) y se mosquea. Mediado el segundo set, aparecen unas molestias en la rodilla izquierda y va difuminándose hasta lo irremediable: doble finalista en París, desaparece ahora temprano y, habitualmente comedido, tira hoy con bala hacia los despachos, no sin falta de razón: “Si te tomas un descanso, las consecuencias en tu ranking son fatales. Te fuerzan a competir, aunque estés lesionado. Ahora solo espero poder descansar y dejar de tomar analgésicos”.
Del sorteo al aclarado
Ruud pierde su espacio entre los diez más fuertes y revela que arrastraba problemas desde el inicio de la gira, en Montecarlo. Los camufló en la Caja Mágica de Madrid, donde triunfó, pero ya tuvo que renunciar a Ginebra la semana pasada y en el Bois de Boulogne apenas pudo sortear el estreno. Sin él tampoco en el cuadro, la ruta de Alcaraz pierde potenciales peligros y entre bastidores todo el mundo se pregunta si hay todavía alguien capaz de impedir que vuele hacia la final del día 8. Quizá Holger Rune, tal vez Lorenzo Musetti. Más allá del danés (6-3, 7-6(5) y 6-3 a Emilio Nava) y el italiano, no se adivinan por ahí escollos lo suficientemente grandes como para intimidarle.

“¿Sinner y la final? Eso está demasiado lejos como para pensar en ello”, contesta a los reporteros, que ya han tachado la posibilidad de que pueda cruzarse con los caídos Taylor Fritz (cuarto cabeza de serie), Ruud (séptimo), Tsitsipas (vigésimo), Tomas Machac (vigesimoprimero), Brandon Nakashima (vigesimoctavo), Mpetshi Perricard (trigesimoprimero) y Alex Michelsen (trigesimosegundo). En apenas dos rondas, un aclarado que se suma al amable sorteo del pasado jueves. Mientras tanto, por la otra sección tienen que debatir Sinner, Zverev o Djokovic, a los que les aguarda un camino con mayor desnivel y que tratan de ganar tiempo para ir adquiriendo mejor tono competitivo.
Por otra parte, entre las chicas parece haber cogido aire Iga Swiatek, más entonada y sin contratiempo alguno frente a Emma Raducanu (6-1 y 6-2). Su adversaria en la final de hace un año y reciente campeona en Roma, Jasmine Paolini, también lleva buen paso y apea a Ajla Tomljanovic (doble 6-3). Y, en clave española, Pablo Carreño (6-4, 6-3 y 6-1 para Frances Tiafoe) y la valenciana Leye Romero (doble 6-3 con Liudmila Samsonova) cierra su primera participación en un major. Quedan, en cualquier caso, las bazas de Paula Badosa y Jessica Bouzas, citadas con Ana-Gabriela Ruse (15.00, Movistar+) y Robin Montgomery (13.00) respectivamente. También competirán Jaume Munar (Fils) y Alejandro Davidovich (Lehecka).
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